Extraña sensación.

FINAL.

-Ucker no creo que sea un buen lugar para hablar de todo esto, además...es una tontería.

-Alomejor no es el mejor lugar, tienes razón, pero sea lo que sea no es una tontería, ¡yo necesitó saberlo Dul!

-Ok, ok, te entiendo, tienes razón.  Pero lo hablamos esta noche, en mi casa, ¿vale?

-Vale. -contesté tensó, pero a la vez sonriente por estar así con Dulce.

Nos despedimos y me dejó en casa, pero con un pequeño cambio de planes; esa noche cenaríamos en mi casa, ya que yo no podía conducir aún.

***

Llegó el gran momento, Dulce y yo ya llevábamos un rato cenando, hasta que ella se dispuso a contarme.

-Verás Chris, no quiero que pienses que jugué contigo, por qué no era mi intención, lo único que quería era tenerte cerca.

-¿Qué? No entiendo nada. -dije yo.

-Si, a ver, todo el mundo sabe que eres un mujeriego, que después de una noche te cansas de todas las chicas que pasan por tu cama. Pero yo no quería ser una más, yo quería ser distinta. Desde el primer momento en que te vi comenzó mi plan; mi plan de hacerme la dura contigo, de utilizarte como tú haces con todas, pensé que si hacía todo lo contrario a las demás, tú también serías todo lo contrario conmigo. -dijo mirando al suelo.

-¿Entonces me quieres? -pregunté serio.

-Más de lo que te imaginas. -sentenció. -¿Estas molesto?

-Ven aquí. -dije abrazándola.

-Estoy feliz, por que estoy enamorado de ti Dulce, te quiero como nunca he querido, me has ido enseñando lecciones y cosas muy importantes, y nunca he estado tan seguro como ahora de que eres la mujer de mi vida. -Dulce me soltó y se acerco a mi pegando su frente.

-Te amo, bebé. -susurró.

-Te amo. -le contesté.

Y así nos fundimos en un tierno y largo beso, un beso donde los dos sellamos nuestro amor, un beso con el que juramos no más mentiras, y un amor para siempre.