Capítulo 6.

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«¿Por qué? ¿Por qué tenía que ser ella? » Pensaba.

Nunca la había visto y ese día tenía que estar en todos los lados donde yo iba.

Creo que tenía tanto resquemor por su forma de ser, me tenía confundido. Pero la verdad es que ver esas posaderas siempre animaba.

-Ei, ¿en qué piensas bro?

-¿Por qué tiene que estar ella aquí? -dije protestando.

-¡Qué carácter! Parece buena onda.

-¿Perdona? No la conoces. Es...es como una víbora, silenciosa y malvada.

-Chris...

-No, no exagero.

Es más, con ese pelo rojo me atrevo a decir que en vez de una víbora, le pega más un cerdo. Comparten tono de colores.

-Christopher...

-¿Qué? Es la verdad. -dije pegando un sorbo al refresco.

-¿Ah si? ¿Tú crees?

-no os imagináis mi cara al oír su voz. Aún que fue mejor la de Chris, que se llevo todas mis babas mezcladas con coca cola.

Me giré despacio e intente arreglarlo.

-Hola linda, ¿cómo estás? -Sonreí.

-¿Cómo puedes ser así Christopher?

Eres...eres repugnante. -Salió corriendo de allí dejando a sus amigas plantadas.

-¿Qué hago?

-¡Corre! -me dijeron ellas.

-¡SI! Yo me quedo con las bebotas. -dijo Chris con los ojos como platos y la baba colgando.

Me levanté de la silla y corrí buscando una melena pelirroja.

«Esta chica siempre consigue hacerme correr, es mejor que el entrenador James.» pensé.

Di una vuelta por todo el centro comercial, pensé que se habría ido ya así que regresé con Chris.

Mientras subía las escaleras mecánicas la vi, pero no iba sola.

Estaba con Pablo y llevaban un montón de bolsas, que yo recuerde Pablo nunca me llevó de shopping.

Refunfuñé y entré al bar. Pero para colmo Chris tampoco estaba.

«¿Y ahora qué hago?».

Me puse mis gafas de sol y mi sombrero y comencé a caminar hacia la salida,

«con suerte en 3 horas llegaré a casa».

Lo único que faltaba ahora era que la prensa me pillara, ¿os imagináis la noticia?:

“El famoso y rico cantante Christopher Uckermann fue visto caminando por el arcén de la carretera. Con la cantidad de dinero que maneja, ¿por qué no iba en coche? A lo mejor su carrera esta arruinada o la noche anterior fue muy larga para él (risa malvada) seguiremos informando".

Recé mil veces para que algo así no pasara.

Pasó media hora, aunque para mi parecía un siglo. Esta Chris me la pagaba, se iba a enterar de quien es Christopher Uckermann...

De repente oí un claxon, me giré pero solo pude ver un coche dirigiéndose a mi. Salté para un lado y me tapé la cabeza. El coche freno justo delante y me levanté. Era un todoterreno oscuro con los cristales tintados, me acojone un poco,
«¿Y si es uno de esos qué me odia y le encantaría verme muerto?»

Le eche dos pelotas y aporreé la ventanilla.

-¿Estas loco? ¡Casi me matas!

Extraña sensación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora