Capítulo 30.

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-Alfonso está...

-¿Dónde está? ¡Dilo ya Dulce!

La culpa mezclada con angustia se apoderaba de mi, ¿era necesario tanta tardanza?

-Está... fuera, con Anahí. - rió.

-¿Qué? No entiendo nada. -dije llevándome las manos a la cabeza.

-Alfonso conducía, si, pero gracias a dios esta bien. Simplemente quería...gastarte una pequeña bromita, ya sabes, ayer me pase tres horas bajo la lluvia, y no me dijiste cosas muy bonitas, ya sabes. -reía mientras empezaba su camino hacia la salida.

-¡Dul! ¡Espera! -Bye Ucker. -dijo con voz sexy mientras se despedía con la mano.

-¡Dulce espera! ¡Estoy enfermo, no me hagas esto!

Oí el cierre de la puerta y sonreí, había que reconocer que la broma fue demasiado fuerte, pero eso me gustaba, me encantaba su carácter, una mujer lanzada, sin vergüenza para nada.

Empecé a oír voces cada vez más altas, y en efecto, Derrick, Alfonso y Christian se aproximaban a entrar.

Después de una charla con mis amigos, todos se fueron a casa y aproveché para dormirme. Eran las tres de la mañana y la verdad es que las camas del hospital no son muy cómodas.

****

11:00

Noté unos pasos entrando al cuarto, miré y vi una melena pelirroja.

Instantáneamente cerré los ojos intentando hacerme el dormido. La mano de Dul empezó a acariciar mis mejillas a la par de mi pelo.

-Mi amor, si supieras lo lindo que te ves dormidito. -susurró dándome un beso en la comisura de los labios.

Intente que no se notará mi felicidad, pero fue tarde y en vano, ya que una sonrisa se dibujo en mi rostro.

-Buenos días. -Sonreí.

-¿Estabas despierto? -me miró nerviosa.

Antes de contestar, el doctor entró en el cuarto para chequearme por última vez antes de salir hacia casa.

Media hora después, salí del cuarto ya preparado para irme, cerré la puerta de la habitación y lo primero que vi fue a Dulce con su enorme sonrisa mirando hacia mi.

-¿Ya estas listo? -me dijo dulcemente.

-Mmm, si, pero...¿tú qué haces aquí aún? Digo, se irme solo a casa. -reí.

-El doctor me dijo que tenia que acompañarte a casa, y darte muchos muchos cariñitos como buena novia. -rió a carcajadas.

-Así que... ¿cómo buena novia eh? Me acerqué a ella despacio juntando mi nariz con la suya.

-Si, pero esta claro que no. Digo, ya te gustaría a ti mi rey. -dijo nerviosa apartándose de mi.

Llegamos a mi casa, nada más entrar Dulce me hizo sentarme en el sofá mientras ella buscaba mi pijama.

La vi aparecer  junto con el pijama y mi preciada guitarra.

-Había pensado que podías tocar algo...

-¿Ah si? ¿Y qué quieres que toque? -dije haciendo un gesto con la mano para que se sentara a mi lado.

-Quizá, tú nueva canción. -contestó acercándose a mi.

-sacó de su bolsillo mi folio en sucio, con los versos que intentaban formar una canción aquel atormentado día de insomnio.

*****

SE ACERCA EL FINAL CHICOS! <3

Extraña sensación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora