Capítulo 1.

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-No puedes seguir así, ¡tu carrera se esta hundiendo!

-Relajate, no pasa nada. -dije acomodándome en su amplio sofá.

-¿Perdón? Vives en tu mundo de dinero y alcohol, dentro de poco la gente se dará cuenta.

-¿Y qué tiene de malo? Dime.

-¡Todo! ¿Tú crees qué las madres de todas tus fans querrán que sus hijas te idolatren sabiendo cómo eres realmente? -dijo con un tono de agresividad.

-Tranquilizate, solo es un pasatiempo, además, ellas me adoran, no me dejaran tirado.

-Es imposible hablar contigo, me rindo, si quieres que tú correrá se hunda yo no voy a estar ahí. Desde hoy comenzaré con nuevos proyectos Ucker.-dijo saliendo de la sala.

-Después de esa charla tan interesante (que se note la ironía) me dirigí a mi depa. Necesitaba dormir, es lo que pasa después de estar toda la noche de fiesta.

La semana siguió entre fiestas, entrevistas y charlas pesadas sobre lo mal que me va a ir si no cambio.

No estaba dispuesto a cambiar, yo soy así, me gusta ir de fiesta, pasarme con el alcohol, ligar con cualquier pivón que se me cruce e intentar llevarmele a la cama.

Todos los días a las 23:00, ni un minuto más, el coche de Christian, mi mejor amigo, me esperaba en la puerta. Cada dos horas cambiamos de bar, es como un ritual. En el cuarto sitio solíamos coincidir con Alfonso, un viejo compañero del jardín de infancia. Pero nunca está solo, va con su prometida, la preciosa Anahí, es rubia con unos ojos azules impresionantes y con un culo muy bien puesto, más de una vez intente acostarme con ella, pero no hubo resultado. Cuando me enteré de que Alfonso andaba con ella una oleada de furia me recorrió el cuerpo, ¡yo soy mucho mejor que ese! ¿Por qué nunca conseguí nada con ella?

Pero ese no es el tema, no se como se ha dejado envolver, nosotros siempre eramos galanes de una noche, en cuanto nos veían entrar a los tres en cualquier sitio las chicas empezaban a bailar torpemente sin quitarnos la mirada de encima. Entre los tres nos hemos llevado a la cama más mujeres que todos los hombres de esta ciudad juntos.

Saber que se iba a casar nos separó aún más, seguimos en contacto, pero cada uno por su lado. Lo peor fue cuando eso volvió a pasar. Derrick, un viejo amigo de Christian se unió a nuestro grupo, haciendo de sustituto de Alfonso, hasta que nos enteramos que andaba con Maite, la hermana de Chris. No os imagináis lo que me reí al ver su cara al enterarse, su hermana era sagrada para él, le repugnaba la idea de que un malnacido como nosotros estuviera con ella.

Ahora estamos los dos solos otra vez, pero nos va bien, sólo hay que tener cuidado con los pesados paparazis que intentan cada noche sacar algo nuevo y turbio sobre el brillante y guapo Christopher Uckermann, osea yo, pero no soy tan fácil, aún estando borracho mi cabeza da para muuuuuucho.

Extraña sensación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora