Salí del hotel y fui a dar un paseo por Madrid, la verdad es que me encantó. España es tan diferente a México...me gustó mucho cambiar de aires unos días.
Pronto oscureció y me volví rumbo al hotel. Mientras caminaba iba mirando al suelo y sin querer choqué con alguien.
-¡Ai! Perdón, estaba distraída.
-No pasa nada señorita.
-Que amable. Mi nombre es Laura. -sonrió.
-Yo soy Christopher, encantado. -Sonreí también.
-¿Vives por aquí?
-No, no, vivo en México, estoy de visita.
-Wow, México. No sabía que por allí había chicos tan guapos.
-¿Te apetece tomar algo? -Sonreí.
Después de una larga charla y un rico café, volvimos a quedar para dentro de tres días. Laura era amable, guapa, estaba buena...lo normal.
Llegué a la habitación y vi una nota de Dulce encima de la cama.
“Perdón Christopher, desde el principio te he dicho cosas muy feas, y tenias razón con todo lo que me dijiste. Gracias a eso me he dado cuenta de que no me merezco todo esto, me vuelvo a México”.
«No, no puede ser»
Salí corriendo de la habitación. Después de esperar durante un largo tiempo un bus, llegué al aeropuerto. Mire por todos los lados, rebusque entre las maletas, entré en los baños de chicas y no había rastro de ella.
Después de casi media hora buscando me senté, ya no sabía que hacer, hasta que un aviso de vuelo me ayudó.
-‘Les informamos que el vuelvo con destino a México saldrá en quince minutos, pueden ir embarcando'.
-Corrí hacía allí y por fin, vi una melena pelirroja.
-¡Dulce! -le agarré de brazo.
-¿Quién es Dulce? -la chica de giró y era una vieja fea, eso sí, con un pelo muy bonito.
-Perdón señora, me he confundido.
-¿Señora? Señorita, ¡desgraciado! -la señora puso cara de asco y comenzó a darme con el bolso.
-Ai, ai, perdón, perdón.
-Note como un brazo tiraba de mi librándome de recibir más bolsazos.
-Te he salvado el culo Uckermann. -sonrió.
-Por fin te encuentro Dulce.
-¿Por qué has venido?
-No te puedes ir, a muchos les gustaría poder estar en tu lugar.
-Claro, a todos les encantaría grabar un videoclip con Christopher Uckermann.
-No lo digo por eso, lo digo por la oportunidad de alcanzar la fama que Pablo te está dando.
-Muchas gracias.-se abalanzó sobre mi.
Le abracé más fuerte aún y le besé en la cabeza.
-¿Qué te parece si aprovechamos el viaje? Puede ser divertido. -Sonreí.
Ella asintió con la cabeza y volvió a abrazarme.
Cuando nos quisimos dar cuenta, el productor que trajo a Dulce aquí, estaba grabando todo.
Llegamos al hotel, Dulce se cambió en el baño y yo en la habitación.
-¿Estas listo?
-Si, ya puedes salir.
Salió del baño con un bonito camisón negro y unas calzas a juego, demasiado sexy diría yo.
-Estas muy guapa.
-Y tú estas...en calzoncillos, como siempre. -rió.
-Bueno, si me pasas unos cojines yo dormiré en el suelo.
Ella se metió en la cama mientras que yo me tumbé en el piso.
-Buenas noches Dulce.
-Buenas noches Christopher.
Pasaron diez minutos cuando oí la tímida voz de Dulce.
-Christopher.
-Qué
-Si quieres puedes echarte conmigo, digo...hay mucho sitio.
-¿Segura?
-Si. -dijo con un hilo de voz.
-Me levanté del suelo y me pasé al lado izquierdo de la cama.
-Buenas noches preciosa.
-Hasta mañana Chris.
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Extraña sensación.
FanfictionQuién imaginaba que el prestigioso cantante Christopher Uckermann, caería rendido a los píes de una preciosa y sencilla chica de barrio, llamada Dulce María. Se podría decir que Christopher no llevaba la mejor vida, ni mucho menos, pero lo que menos...