Capítulo 15.

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Pablo nos dio las siguientes dos semanas de descanso, los técnicos montarían en ese tiempo el vídeo con todas las tomas de España.

Volví a la rutina de salir de fiesta con Chris todos los días.

Era sábado, él día antes de la boda de Maite y Derrick. 

Chris estaba atacado de nervios, así que decidí sacarle de fiesta a la fuerza.

-No seas bobo, es más, te vendrá bien, no querrás pasar la noche solo...¿no?

-Sólo con una condición.

-Dime.

-Qué el asqueroso de Derrick salga con nosotros.

-¿Qué? ¿Para qué? -pregunté confundido.

-Maite me dijo que saldría con Alfonso, no quiero que se arrepienta de hacer algo el día antes de su boda.

-¿Qué? Derrick quiere a May.

-Me da igual, quiero tenerle vigilado. Quiero saber todo lo que bebe, con quien baila y hasta el tiempo que tarda en mear.

-Como usted diga sargento. -reí.

Llamé corriendo a Alfonso para que vinieran a mi casa. Se avecinaba una noche muuuuuuy larga.

****

Después de dos o tres bares y muchas copas, entramos al siguiente.

Eran alrededor de las cinco de la mañana, la vista se nublaba y Chris y Derrick comenzaban a llevarse bien.

Hasta que la cosa se fue de las manos. Todos íbamos un poco pasados, al entrar, vimos a todo el mundo amontonado al rededor de la barra mientras silbaba. Nos acercamos como pudimos. Cuatro chicas estaban subidas a la barra bailando muy caliente.

-Ai papa. -dijo Chris mientras se le caía la baba.

-Chris no seas así, ves a las mujeres como si fueran solo un trozo de carne. -dijo Alfonso enfadado. Se nota que había madurado.

-Yo creo que es hora de irse, mañana me caso...

-¡No! Vamos a la barra. -dije yo.

Necesitaba pasar la noche con alguien, así tendría la excusa de llevarla a la boda al día siguiente.

Chris fue el primero que caminó detrás, luego Derrick, ya que Chris tiraba de él.

-Esta bien, ¡esperad! -gritó Alfonso.

Las cuatro estaban realmente buenas, o eso parecía con la vista medio nublada, una pena que Derrick y Alfonso estuvieran cogidos.

Me acercé a la qué más loco me volvía y comencé a flirtear.

-Oye guapa, ¿te apetece tomar algo? -Sonreí.

-Claro. -se giró y...

-¿TÚ?

-¿QUÉ HACES TÚ AQUÍ?

Dulce bajó de la barra y salimos fuera.

-¿No me habrás seguido?

-¿Qué? ¿Como crees? Yo solo salía de fiesta. -me defendí.

-Claro...

-¡Claro que sí! No quería pasar la noche sólo y...te vi, ahí bailando. -dije atontado recordando.

Sin decir nada Dulce se acercó a mi y comenzó a besarme como una loca. Me separé como pude de ella.

-¿Estas bien? No se si te acuerdas de lo mal que acabó el viaje a España.

-Lo se, pero...yo tampoco quiero pasar la noche sola. -dijo.

No se si sería el alcohol o ella, pero no me aguanté más y la besé también.

-Vámonos a tú casa. -me susurró.

-Chris tiene mis llaves, no tardo. -Antes de entrar la volví a besar para asegurarme de que seguía queriendo.

Entre como un loco corriendo en busca de Chris y el resto, todo el bar ya estaba más tranquilo.

Entre tanta gente conseguí ver a Derrick, ya que era el más alto. Cuando llegue a ellos no estaban solos.

-Chris, necesito mis llaves, ¡rápido!

-Estoy ocupado, ¿no ves?

-dijo señalando a la camarera con la que se estaba morreando.

-Es urgente.

-Un momento baby. -la sonrió y se acercó a mi.

-Toma, y dejame tranquilo wey.

Las cogí y salí corriendo, mientras me iba me pareció ver a Anahí con Maite discutiendo con Alfonso y Derrick.

Ahora todo encajaba, ellas eran las cuatro chicas de la barra.

«No puede ser , ¿por qué tendríamos que encontrarnos todos en ese bar

Sin darle más vueltas, llegué a la salida. Allí seguía Dulce esperando.

Al verme sonrió y se acerco a mi.

-Pensé que no ibas a salir. -me besó.

-¿Y dejarte con el calentón? -reí.

Extraña sensación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora