Extraña sensación.

Capítulo 16.

Recorrí toda la casa, de arriba a abajo y de derecha a izquierda. Ni rasto de aquella pelirroja doma hombres.

Llegué a la disquera y allí estaba ella, pero no sola. Un hombre alto y rubio la acompañaba, nunca le había visto por allí, asique supuse que venia con ella.

Se tenian mucho cariño al parecer; ella jugaba con su pelo mientras él la acariciaba el muslo.

Una furia entró en mi, habíamos pasado una noche increible, ¿por qué a mi? ¿Por qué me esquivaba para luego buscarme? Una fría opción se me vino a la mente.

«No, Dulce es incapaz de jugar conmigo...yo...yo no la he hecho nada»

Llegó la hora de pagarme con la misma moneda con la que yo pagaba a todas. Algo que la hacia unica, más única aún.

Sin decir nada, me metí al cuarto de Pablo, me eché en su(MI) sofá y esperé a que la reunión empezara.

-Dulce...eres...¿eres tú?

-Claro que soy yo, ¿esperabas a alguien más aquí guapo? -dijo sentandose encima de mi.

-No se a que juegas pero...pero no va a funcionar conmigo...

-Entonces...-se desabrochó la camisa. -¿Me voy?

-Sin aguantar más, me abalancé sobre ella y la besé, la agarré fuerte de la nuca para que no se separara de mi, para notarla cerca.

Llevaba un sujetador rojo, a juego con sus labios.

Se separó de mi unos centímetros y empecé a oir unos gritos.

-¡UCKERMANN!

-¿Christopher, estás bien?

-Atonito, abrí los ojos y me los frote un par de veces.

-Tranquilo, estoy..estoy bien. -respondí confuso.

-¿Una mala noche Uckermann?

-Una espantosa noche, Dulce. -sonreí pícaro, al igual que ella.

Cuando acabó la reunión, observe de lejos como Dulce se metia en el coche de aquel rubio de antes, al que ya consideraba su nuevo novio.

-siento haber tardado tanto en escribir en esta fanfic, pero pensé que ya no os interesaba. Se que el capítulo es mucho más corto, pero prontito subiré tres más. Espero que os guste y perdón por tardar!