Capítulo 17.

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-Me has despertado animal.

-¿QUÉ? ¿DORMIDO TODAVÍA?

-Si, digamos que...he pasado mala noche.

-¿SABES QUÉ DÍA ES HOY?

-Sábado creo, ¿por qué?

-Mmm, como te lo explico yo...¿la palabra BODA te suena?

-No, no, no, no, no. -pegué un bote de la cama.

-Si, si, si, si, si, si, si.

Colgué y empecé a rebuscar un traje en mi armario.

«No puede ser, no puede ser, ¿qué hago ahora?»

Mientras me probaba corbatas Rosita, mi niñera desde pequeño apareció ena habitación.

-¿Qué te pasa bebé?

-Rosi, te necesito.  -dije arrodillandome y suplicando.

-Claro, pero levanta, te vas a manchar. -sonrió.

Después de contarle todo lo de la boda, me propuso que me duchara mientras ella organizaba todo.

Salí y encima de la cama habia un traje y corbata negra con camisa blanca junto a una nota.

‘Mi sobrina está apunto de llegar, tiene 20 años y un matrimonio estable, ni se te ocurra cagarla. Te quiere: Rosita’.

Nunca miento al decir que es la mejor.

Me prepare lo antes posible, ya que solo quedaba una hora para la boda de May y Christian debía estar de los nervios.

Mientras me ajustaba el nudo de la corbata sonó el timbre.

Al abrir una chica rubia y alta apareció con un gran vestido para ocasiones especiales como esta.

-Hola, yo soy...

-Pasa, Rosi me avisó,  muchas gracias por venir, de verdad...

-No te preocupes, es un placer ser la pareja de Christopher Uckermann en una boda. -rió.

Llegamos a la iglesia, solo quedaban cinco minutos para que la boda comenzara, intenté no acercarme mucho a Chris, quien empezó a gritar fuertemente a Derrick por la tardanza de Maite.

Todo parecía perfecto; Alfonso y Anahi estaban sentados en primera fila con la familia, Derrick esperaba en el altar con toda la confianza de que su amorcito iba a llegar y Coco observaba como Chris gritaba a todo el mundo en la casa del señor.

Hasta que oí risas y miré hacía la puerta, Dulce estaba entrando con otro chico distinto al de esta mañana.

Llevaba un vestido blanco y largo. Cualquiera diría que nos habiamos cojuntado.

Me acerqué a Paula, la sobrina de Rosi, para cuando Dul nos viera. Si de celos se trataba iba a saber quien es Christopher Uckermann.

-Hombre, Dulce, que placer.

-Tenía la esperanza de no verte aquí también. -sonrió.

-Yo también, para ser sinceros. -reí y me puse a hacer el tonto con Paula.

-Vas bien acompañado, Christopher. -rió.

-Lose. -sonreí mirando a Paula. -Tú también. Encantado. -extendí mi mano.

-Un placer, yo soy Robert. -me apretó la mano.

-Os presento a Paula. -miré a Dulce.

Se podía notar el enfado y los celos en ella, me encantaba verla así.

Mientras seguiamos tirandonos dardos envenenados, la música nupcial empezó a sonar y nos sentamos corriendo. Con la mala suerte de compartir banco.

Extraña sensación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora