Extraña sensación.

Capítulo 31.

-¿Qué haces con eso? -pregunté nervioso.

-Estaba en tu cuarto y...me gustó.

-Pues...no es mía eh, yo no lo escribí.

-¿Seguro? -sonrió.

-Por supuesto. -mentí nervioso.

-Anda, que cosas. -me dijo tentadora.

-¿Qué? ¿Por qué?

-No, nada, resulta que lo ha escrito un tal 'CVU' que casualidad que las iniciales sean igual que las tuyas, ¿verdad Christopher Von Uckermann?

-Bueno, ¿y si la escribí yo que pasa?

-¿Te han dicho alguna vez lo mono que estas cuando te picas? -sonrió acariciando mi pelo.

-¿Y a ti te han dedicado alguna vez una canción? -dije devolviéndole el gesto.

-Ahora si, y he tenido suerte ¿sabias?

-¿Suerte? -pregunté yo cada vez más confuso.

-Si, suerte porque la canción me la ha dedicado el chico al que quiero, el que más se ríe de mi, el más mujeriego de toooodo el universo sin contar a Christian, claro, pero a pesar de todo eso, pues también es el chico al que quiero, y el que me robó el corazón desde el primer día.

-Y sin pensarlo dos veces, nuestros labios se unieron de nuevo dando lugar a miles de mariposas revoloteando en mi panza.

*un rato después*

-Es la hora de comer Chris, dejame levantarme. -reía Dulce.

-Jamás. -dije yo besándola el cuello.

-Te recuerdo que has tenido un accidente, no puedes hacer esfuerzos. -me contestó graciosa.

-¿Ah si? ¡Vamos a comprobarlo!

Después de una o dos horas, salimos de la cama para comer algo.

Llegamos al centro comercial, para ser exactos, fuimos al restaurante de comida rápida donde coincidimos el primer día que nos conocimos.

Nos sentamos en la mesa más lejana a la puerta, ahora los dos eramos famosos, (está claro que yo más, y siempre será así)  no podíamos permitir que empezaran los cotilleos y chismes tan pronto.

Comimos entre risas, jugando con la comida e incluso tirando los refrescos por encima.

-Dulce yo, no quiero ser aguafiestas, pero creo que aún tenemos algo pendiente.

-¿Qué pasa? ¿Me estas asustando..?

-Puede que ahora estemos bien pero, necesito que me aclares cosas. Necesito saber por qué jugaste conmigo, ¡Dulce yo estaba enamorado de ti!