4. Cambio de look

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Son las 8.50 am y Yue le envía un mensaje de texto a Dylan para hacerle saber que está casi lista; se suponía que se verían a las 8.45 porque hoy le van a hacer el cambio de imagen acordado a Yue, cosa que la ha puesto nerviosa: cortarse el pelo, comprarse ropa nueva... ¿Qué tipo de prendas quiere él que ella se compre? En Florida, la mayoría de las mujeres usan atuendos reveladores sobre los que Yue no está tan segura. Evidentemente, en este lugar, el calor es la excusa perfecta para ponerse cualquier cosa.

Jadeando por prepararse a toda prisa, Yue abre la puerta principal y encuentra a Dylan apoyado en la pared del pasillo. Se sobresalta y da un brinco cuando lo ve con una ceja arqueada y los brazos cruzados. ¿Por qué el chico se ve tan bien por la mañana?

"Llegas tarde..." Dylan frunce el ceño y la mira de arriba a abajo. Yue lleva una gran camiseta negra, jeans sin forma y zapatillas gastadas. Cielos, si esto es lo que se pone por fuera ¿cómo es su ropa interior? No es que me importe lo que hay debajo de toda esa tela...

"¡Fueron solo 10 minutos! No lograba encontrar las llaves del auto..." Yue cierra la puerta con las llaves en una mano y su bolso bajo el brazo. Caminan hacia el ascensor uno al lado del otro y cuando llegan... "¡Espera! ¡Olvidé mi agua! Necesito beber mi agua con vitaminas..."

Dylan suspira de frustración mientras Yue corre de regreso al apartamento. Un par de minutos después, vuelve con la botella en una mano y las llaves del auto en la otra. Dylan la mira con una cara divertida cuando ella se acerca a él...

"¡¿Qué pasa?! ¿Qué estás mirando?" ¡Es realmente irritante a veces! ¿Qué tiene él que hace que la dulce Yue se sienta tan desesperada?

"¿Dónde está tu bolso, Shen Yue?" pregunta en tono paternal, cruzando los brazos y negando con la cabeza.

Yue se mira a sí misma y... ¡Ni rastro de su cartera! "¡Ah! ¡Debo haberlo dejada en el mostrador cuando fui a buscar el agua!" responde ella frustrada y se encamina hacia su casa.

Dylan la alcanza rápidamente y le quita las llaves del auto y la botella de las manos. "De lo contrario, estoy seguro de que dejarás uno de estos adentro..." Y se ríe. ¡Esta mujer es adorablemente torpe!

Yue regresa con su bolso y exhala desesperadamente, pero mientras camina y cruza la correa por su cabeza, tropieza y cae con el trasero en el suelo... ¡Bum! escucha Dylan y salta para ver qué pasó.

Yue se queja y mira hacia arriba, alejándose el cabello de la cara con un soplo. "¡Ay! ¡Odio mi vida!" grita. Gracias a Dios que no hay nadie más en ese piso o se sentiría aún más avergonzada.

Dylan se ríe por dentro cuando ve a la pobre mujer en el piso, ¿qué pasa con ella? "¡Shen Yue!" Él corre hacia ella y la ayuda a levantarse tirando de su mano. "En serio, ¡eres un desastre a punto de suceder! ¿Estás segura de que no dejaste las hornillas encendidas?" bromea.

Sin embargo, del rostro de Yue deduce que podría haberlas dejado prendidas en serio...

"¡Oh, cielos, Shen Yue! Iré a revisar. Espera aquí." Dylan le da las llaves del auto y el agua y comienza a caminar hacia casa de ella.

"¡Necesitas el código!" Yue grita sin mirarlo.

"¡Ya me sé el código!" responde él con arrogancia.

¡¿Qué?! ¿Cómo? ¡Oh, lo que sea! ¡Si quisiera matarme, ya estaría muerta!

"¿Se supone que el gato debe estar encerrado en el baño?" Dylan grita desde el interior del apartamento de Yue.

"¡No!" ella vocifera de vuelta. ¡Rayos, pobre Bigotes! Será mejor que le busque un hogar...

Dylan regresa y le dice que no dejó ninguna hornilla encendida, pero que el pobre gatito se iba a pasar todo el día sin comida ni agua en el baño si no hubiera regresado y notado que Bigotes no estaba en ninguna parte.

Amor criminalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora