22. Te amo

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Más tarde en la oficina

César fija la mirada en Yue tan pronto como entra en la oficina y no ve la hora de fastidiarla sobre Key West y Dylan. No tiene idea de lo que pasó con Peng porque nadie se lo ha dicho todavía.

"Entonces, Yue..." dice, arrastrando el sonido de la 'e'. "¿Cómo estuvo la playa? ¿La pasaste bien? ¿Algún suceso especial?" le pregunta con una sonrisita.

Yue frunce el ceño y luego mira a Dylan, quien inmediatamente agita sus manos en el aire alegando inocencia.

No hay forma de controlar a César. Los atormentará con comentarios ingeniosos para siempre, sobre todo cuando descubra que este fin de semana se supone que Yue y Dylan cenarán en la Residencia de los Wang.

Yue coloca las manos en la cintura con actitud de reclamo. "¡Key West estuvo genial! ¿No obtuvimos muchas pistas interesantes? ¿Qué más quieres?"

"Quiero detalles jugosos..." bromea César. "Porque sé que hasta te vas a ver con los suegros este fin de semana. ¡Guau! ¡La relación va viento en popa!" Y guiña un ojo. "Me alegro. Solo trata de que no te disparen. Todos en esa casa tienen el gatillo fácil, excepto la Sra. Wang, un ángel entre los demonios", le advierte César a Yue y le pica el ojo nuevamente.

Dylan agarra a César por el cuello, que parece ser una cosa normal entre ellos, y lo arrastra a la sala de conferencias. Cierra la puerta y contempla el rostro de su amigo con el ceño fruncido. "¿Qué estás haciendo exactamente? Ya es bastante malo que tenga que llevarla allí, ¡¿por qué te estás entrometiendo y asustándola?!"

"Cálmate, muchacho. Ella se merece una advertencia por si acaso". César se encoge de hombros.

"¡Sabes que no dejaré que le pase nada!"

"Lo que sé es que nunca antes te habías llevado a una chica a casa de tus padres. ¿Por qué accediste a llevar a Yue?" César pregunta inquisitivamente.

"No tuve opción. Joel vino a mi casa antes de que fuéramos a Key West para pedirme un favor, fue el mismo día de la inauguración. Yue llamó a la puerta cuando él todavía estaba allí y él le abrió".

"¿Entonces? Tu hermano ha conocido a tus mujeres antes". César ensancha los ojos sin estar convencido.

Dylan se enfurruña y se mira los pies. "Me puse nervioso. Nunca había actuado así antes y él notó la diferencia en mí..." confiesa.

"Tú..." César duda y observa boquiabierto a Dylan. "¡Estás enamorado de Yue y Joel se dio cuenta de que ella es tu punto débil!"

"Shhhhhh... ¡Caray! ¡Baja la voz!"

"¿Qué vas a hacer? ¡Dijiste que ibas a poner un candado en tu corazón o algo de eso y ya ves cómo resultó!"

"No tengo idea de cómo sucedió, hombre. No lo planeé. Ella... Ella se metió debajo de mi piel. Bromeamos, coqueteamos y mi corazón cedió. No pude controlarlo. Poco a poco, lo único que quería era estar con ella. Nunca me había sentido así, lo sabes bien".

César coloca una mano en su barbilla y reflexiona. "Siempre rompías con las mujeres cuando intentaban entrar en tu estudio, ese solía ser el punto de inflexión. ¿Yue ha visto tu estudio?"

Dylan se pasea por el cuarto tenso y avergonzado.

"¿Sí? ¡Oh, cielos! ¡Le enseñaste tu estudio! ¿Ha estado alguien más allí, excepto tú y Yue?

Dylan niega con la cabeza y aprieta los labios.

"¡Guau! Bueno, buena suerte, amigo. Esto es más complicado que esa película de La Liga de la Justicia..." Y le da una palmada a Dylan en la espalda.

Amor criminalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora