Amor criminal

9. Espacio en blanco

Ha pasado una semana desde de la fiesta, y los límites entre Dylan y Yue se han vuelto casi inexistentes. Ya él no la espera en el pasillo por las mañanas, si no que entra sin previo aviso y se sienta en el cómodo sofá para acariciar a Bigotes, quien inmediatamente se sube al regazo de Dylan.

Dylan todavía acomoda las cosas de Yue todos los días —agua, llaves, billetera—, pero lo hace en el apartamento de ella, mientras Yue se prepara.

Por lo general, cuando Dylan llega a las 7.45 am, Yue sale corriendo del baño en pijama, disculpándose por ir tarde una vez más. Deben salir a las 8 en punto para poder llegar a la oficina a tiempo, pero eso nunca sucede. Yue puede agradecerle a la unidad especial por ser tan indulgente con sus tardanzas, de lo contrario, ya la habrían sancionado varias veces.

Dylan simplemente sonríe cuando la ve deambulando todavía en ropa de dormir. A estas alturas, nada de lo que hace Yue le molesta; ella es demasiado linda y dulce para fastidiar a nadie, o a Dylan específicamente. Él siente que se ha convertido en una mejor persona gracias a ella, y eso le gusta. Además, a Yue no le importa que su casa se haya transformado en el patio trasero de Dylan. Está acostumbrada a la estimulante presencia de él y la disfruta.

Sin embargo, algo divertido está sucediendo últimamente en la oficina: Darren y César han notado el cambio en el comportamiento de Yue y Dylan gracias a la aplicación de rastreo. Les encanta espiar a la pareja y ver su ubicación en tiempo real. Recientemente, los dos puntos en la pantalla que identifican a Dylan y Yue, uno violeta y el otro amarillo, han estado juntos todo el día todos los días, excepto...

"Me pregunto cuánto tiempo antes de que los dos puntos permanezcan próximos incluso de noche...", bromea César y golpea a Darren en el brazo mientras ambos observan los movimientos más recientes en la pantalla.

No obstante, Darren siente que Yue podría encontrar a alguien mejor que Dylan, pues la encuentra responsable, encantadora y valiosa, una mujer que merece lo mejor en la vida, porque siempre está dando mucho a otras personas. ¿Quién sabe si Dylan sería bueno para ella a largo plazo?

Pero Darren no se da cuenta de que Dylan ha sido un amigo como ningún otro para Yue. Está allí para ella día y noche; la cuida y le brinda apoyo emocional cuando duda de sí misma. Nadie ha hecho que Yue se sienta tan capaz y confiada como Dylan. Florece cuando él está cerca.

***

Cuando Yue y Dylan entran a la oficina hoy por la mañana, la línea principal suena: es el jefe diciéndoles que ha habido un robo de arte en la casa de una persona famosa.

"¿En casa de quién?" César le pregunta a Yue, que respondió a la llamada, para saber si es alguien que vale la pena conocer.

Yue responde como si estuviera eligiendo un combo en McDonald's: "Taylor Swift".

Los tres hombres de repente sienten como si los hubieran catapultado en una película.

"¿Está aquí en Florida?" César pregunta con la voz más interesada que Yue haya escuchado desde que lo conoció.

"Sí."

Los chicos se exaltan, se golpean entre sí de la emoción y se ríen como adolescentes, e inmediatamente comienzan a discutir sobre quién debería entrevistar a la señorita Swift. Yue pone los ojos en blanco. Ver a estos adultos convertirse en niños tontos es ridículo e increíble, y un poco irritante, a decir verdad.

Aun así, hay algo más que le molesta en la boca del estómago cuando ve a Dylan sacudiendo los hombros de César y gritando "¡Conoceremos a Taylor Swift! ¡Hombre! ¡Es alta y sexy!"

Ay... Yue puede intentar verse sexy, pero alta es poco probable que lo logre.

"¡Al parecer, a nadie le importa lo talentosa que es o que haya sido víctima de un robo!" Yue grita de repente tan fuerte que los chicos se quedan atónitos, y luego sale corriendo a la galería principal.