A la mañana siguiente
Yue comienza a despertarse y estira sus brazos y piernas, bostezando ruidosamente. ¿Qué día es hoy? Recuerda que es domingo y que fue a una fiesta la noche anterior. "¡La fiesta! ¿Como llegué aquí?" murmura para sí misma, pero no recuerda mucho.
Yue cree que Dylan debe estar en su apartamento, por lo que decide ir para allá y preguntarle si sabe dónde está su teléfono porque está buscando por todas partes, pero lo consigue, ni tampoco su bolso. Resulta que Dylan lo dejó en el auto y Yue no lo sabe.
Yue llama a la puerta de Dylan, nada. Como él no responde, ella se siente algo incómoda. Toca de nuevo y nada; una tercera vez, golpeando fuerte con ambas manos. ¿De veras Dylan no está en casa? ¿Cómo es posible?
Molesta por la ausencia de su vecino, Yue regresa rápidamente a su casa para verificar en la computadora portátil dónde podría estar; puede monitorear los movimientos de Dylan con la aplicación de rastreo. ¡Gracias al cielo por el chip que tienen en la muñeca!
El tiempo que tarda la computadora en encenderse se siente como una eternidad, y Yue tamborilea nerviosamente con los dedos sobre el escritorio. Mientras escribe el PIN de inicio de sesión, oye que el ascensor en el pasillo suena y luego escucha que alguien tararea... ¡Es él! Qué alivio.
Yue cierra la pantalla del portátil y regresa a su cama, fingiendo estar dormida cuando escucha que Dylan abre su puerta.
¿Por qué estaba tan preocupada? ¿Era tal vez porque podría perder su trabajo si Dylan desaparecía, o más bien estaba aterrada de perderlo a él? La respuesta que le da su corazón no es la que esperaba. Sus sentimientos se hacen cada vez más fuertes. ¿Sería tan terrible tener una relación con Dylan? ¿Desea él tener una relación con ella? Cualesquiera que sean las respuestas a esas preguntas, Yue primero debe lidiar con su divorcio.
Ser amigos es la única opción por el momento.
Dylan coloca una bolsa y la cartera de Yue en la mesa de la cocina y va directo al dormitorio, donde la encuentra debajo de las mantas, con el cabello adorablemente despeinado sobre la almohada, el maquillaje corrido que la hace parecer un lindo panda, largas pestañas que acarician su piel y un piecito colgando de la cama. Es la imagen perfecta. Aun así, ¿por qué el pie no está calentito bajo las sábanas con el resto del cuerpo de Yue? Es inquietante. Lo primero que hace Dylan es meter el pie extraviado bajo la cobija para resguardarlo.
"Buenos días, dormilona", susurra él, de cuclillas junto a ella.
Yue rueda al otro lado y finge seguir durmiendo. Dylan le mueve el cabello detrás de la oreja y se inclina para besarla con sus cálidos labios en la tentadora y regordeta mejilla. Yue no puede evitar suspirar. ¿Por qué Dylan hizo eso?
"Oye, traje el desayuno", le dice en un tono suave, colocando la mano delicadamente en la curva de la cintura de Yue.
Ella sonríe. "Suena bien", responde y bosteza, tapándose la boca con la mano. Con la confusión del teléfono y desaparición de Dylan, se olvidó de cepillarse los dientes.
Yue va al baño para domar su cabello y ponerse presentable, y Dylan va a la cocina para acomodar las cosas en la mesa.
Cuando Yue ve su rostro en el espejo, se estremece. ¡Rayos! Si anoche le parecí por lo menos algo atractiva a Dylan, ¡hoy el encanto se esfumó por completo!
***
"Entonces, ¿qué trajiste de comer?" pregunta Yue, saliendo del baño con pantalones cortos y una camiseta.
Dylan le da una ojeada y le gusta lo que ve: su tierna vecina ha vuelto. Debe admitir que la mujer sexy de ayer lo asustó un poco, sobre todo porque su recién descubierto lado celoso no logra soportar que los hombres se coman a Yue con los ojos, hace que las venas del cuello de Dylan palpiten.
ESTÁS LEYENDO
Amor criminal
FanficDylan Wang y Shen Yue son parte de una nueva unidad encubierta del FBI. Él es un criminal guapo e interesante, ella es una nueva agente dulce y compasiva. Ambos tienen un pasado tumultuoso y ahora deben fingir ser una pareja para poder descubrir qui...