Amor criminal

19. Chat de medianoche

Cuando Yue llega a la casa de sus padres, ya es hora de cenar. Los Shen están comiendo en la mesa del comedor cuando sus hijas entran y los sorprenden.

Lina fue a recoger a Yue en el aeropuerto junto con su esposo y su pequeña, la sobrina de Yue, Mei. Lina prometió que no dejaría a Yue sola y planea cumplir su promesa. Ella también se quedará en su antiguo dormitorio hasta que Yue se vaya.

Los padres de Yue son estrictos, exigentes y autoritarios. Tenían un plan para cada una de sus hijas, pero Yue se rebeló al final. Lina, por el contrario, ha sido la hija perfecta. A decir verdad, ella tuvo la gran ventaja de enamorarse del hombre con el que los Shen querían que se casara. Yue no tuvo ese privilegio.

El marido inmaduro de Yue, Peng, es un tipo egoísta. Fue un hijo único malcriado y le hicieron siempre creer que el mundo estaba a sus pies. Dado que el padre de Peng es el mejor amigo del Sr. Shen, cuando Yue y Peng todavía estaban en pañales, decidieron que sus hijos se casarían justo después de la universidad, y así sucedió.

Yue aceptó el matrimonio porque a lo largo de su vida ha estado tratando de complacer a sus padres y obtener su aprobación. Sin embargo, cuando se encontró viviendo sola en China —un país que ya no era su hogar—, con un hombre que era ajeno a ella, que la trataba como si fuera personal doméstico, y solo la buscaba para el deber marital, Yue comenzó a sentirse física y emocionalmente enferma.

El matrimonio no debería ser como una jaula.

En ese momento, se dio cuenta de que su vida le pertenecía a ella y no a sus padres, y que tenía derecho a tomar sus propias decisiones.

Dado que ser feliz es una opción, Yue prefirió buscar la felicidad, convencida de que no había otra alternativa que dejar el infierno de su matrimonio después de que encontró a Peng con una mujerzuela en la casa.

Hoy, los padres de Yue se negaron a escucharla. No tienen ni idea de lo que Yue pasó en China, pero tampoco parece importarles mucho. Solo están preocupados por la reputación de la familia y cómo Yue los ha hecho quedar frente a la adinerada familia de Peng.

Mañana, Yue intentará de nuevo expresar sus motivaciones, con la esperanza de que al menos la escuchen.

Alrededor de la medianoche, Yue está acostada en la cama, mirando al techo y extrañando al gigantesco oso de peluche humano que calentó sus noches en Key West...

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Nota:

Hola,

Espero que les haya gustado esta pequeña actualización. 🥰

Caos.