A Kara siempre le había costado el despertar, pero esa mañana en particular amaneció especialmente desorientada y con dolor en el abdomen. Miró alrededor y no reconoció nada suyo en aquella lujosa habitación, ni siquiera el pijama que traía puesta.
El blanco de las paredes la deslumbraba impidiéndole abrir los ojos por completo, podía distinguir la silueta de los muebles, todos en color negro. El viento hacía susurrar el dosel blanco que se encontraba abierto casi por completo alrededor de la cama, y azotaba fuertemente entre si las enormes cortinas blancas que cubrían a pedazos un enorme ventanal a su izquierda, en el lugar donde debería estar la sucia pared con la minúscula ventana que veía todas las mañanas al despertar.
Kara estiró su cuerpo deslizándose entre las sábanas más suaves e inmaculadas que había sentido, un edredón gris Oxford cayó por su propio peso hacia sus caderas, y ahí, donde siempre estaba el despertador viejo junto a su futón, se encontraba un buró de granito negro acompañando esa hermosa y suave cama danesa que le quitaba las ganas de levantarse.
Intentado salir de su somnolencia y abrir por completo los ojos dio un gran bostezó acompañado de una respiración profunda, desentumiendo sus sentidos y captando un delicioso aroma:
-Mmmm huele a pan recién horneado...- murmuro para sí misma.
-Que buen sentido del olfato tienes- comento una voz a un costado. Era Lena que revisaba la información de la bolsa de valores desde su tableta electrónica con atención y cerca de ella, había una bandeja con el desayuno listo.
Kara se despertó por completo al verla, miro asustada a todos lados y por inercia se llevó sus manos al pecho como si estuviera desnuda.
-¿Qué fue lo que pasó aquí? ¿por qué estoy en este lugar?
-Tranquila, yo te traje- Contestó Lena sin despegar la vista de la pantalla.
-¡¿Por qué estoy en tu cama?! ¿Qué pasó? - La ira, mezclada con el pánico crecía dentro de Kara.
Lena la miró finalmente -No estás en mi cama, y ahora te digo lo que paso- Dirigió su verde mirada hacia la puerta -Marcy entra ya- ordenó.
La aludida apareció abriendo las puertas, seguida de otra empleada que llevaban ropa entre sus manos, de inmediato le presentaron las prendas y Marcy inicio su explicación solemne:
-Este vestido es de una marca de fama mundial, es un Armani que fue diseñado en Milán Italia, fue la primera pieza de su colección y hace dos días lo trajeron. El precio es de...
-Suficiente- La interrumpió Lena -No quiero que se desmaye, de nuevo.
Marcy le sonrió dulcemente a Kara y con un gesto de cabeza se despidió y se retiró. Cuando volvieron a estar solas Kara volvió a hablar cada vez más exasperada:
-No estoy de humor para que me presumas tu ropa de diseñador.
-Es lo que tenía puesto ayer.
-No me importa el tipo de ropa que tenías en ¡la fiesta de anoche!
-Era la primera vez que lo usaba y también la última y gracias a ¿Quién?
Kara frunció la seño al tiempo que breves flashbacks en blanco y negro acudían a su mente; los momentos a solas con Lena, el baile, la sed, el alcohol... y el beso, seguido del vomito.
-¿Ya hiciste memoria?
Kara asintió levemente con la mirada perdida en el vergonzoso pasado reciente.
-¿Esperabas que te llevará a tu casa en ese estado? - Dijo Lena.
-Perdón.
-Mi secretaria llamó a tus padres, así que no te preocupes.
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CASI EL PARAÍSO
FanfictionKara es una chica común, pero con un gran sentido de la justicia, que bajo circunstancias extraordinarias recibe una beca en el mejor instituto privado de Ciudad Nacional, y lo que parecía ser el mejor golpe de suerte de su vida, se convierte en un...