Parte 14

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Atardecía ya, en la hermosa isla de Cancún, los dorados tonos del cielo contrastaban mágicamente con el azul de las aguas del mar. Lena regreso a la habitación de las hermanas Danvers acompañada de Sam, Alex les abrió la puerta ya que Kara seguía arreglándose en el baño. Ambas millonarias iban hermosamente arregladas, usaban prendas ligeras y escotadas por el cálido clima que dominaba el ambiente: Lena llevaba un vestido de tirantes ligero, color rojo. Sam, pantalones cortos y un blusón amplio y transparente que dejaba ver la silueta de la parte superior de su bikini negro.

–Vengo por Kara– Anunció Lena. 

–Lena, enserio no pienso dejarte a solas con mi hermana.

Lena miro a Sam y ella se acercó a Alex –Vamos Alex deja que Kara se divierta, mientras yo puedo ser muy buena compañía.

–Estoy lista– Dijo Kara al salir del baño, luciendo uno de los vestidos playeros que Lena había escogido para ella, un vestido blanco con franjas azules se ajustaba a su atlético cuerpo de manera perfecta –¿A dónde vamos?

–Vamos a un lugar solas tu y yo.

–¿A dónde?– Volvía a preguntar Kara cuyo nerviosismo era casi palpable.

–Ya lo sabrás. rápido ven acá– Dijo Lena tomado su mano para tirar de ella –Tú tranquila.

–¡Kara!– Exclamó Alex mientras veía como Lena se la llevaba –Kara ¡pon resistencia!

–Pero no va a la guerra– Dijo Sam divertida.

Sam llevó a Alex a una de las partes altas de la isla, el mirador. Alex se tomó muchas selfies para obtener la mejor foto, tantas fotos que logró desesperar a Sam. Finalmente Alex le dio su teléfono a Sam y le pido que le tomará una foto porque no quedo conforme con ninguna de las selfies.

–Para la próxima consigue un bastón y ahórrame tu sesión fotográfica eterna– Dijo Sam mientras le tomaba la foto.

–¿Y quién dice que tendrás tanta suerte de volver a salir conmigo?– Contesto Alex después de posar.

Sam se rio entre dientes y luego puso cara de aburrida –Sí... que momento mágico es este, sueño con repetirlo. Ya regresemos al hotel.

–No, espera, por favor– Dijo Alex con un ligero puchero.

–Ya viste el paisaje, ya te tomaste fotos ¿Qué más quieres hacer? 

–Hay que explorar más arriba, hasta la cima– Dijo y corrió sendero arriba.

–¿Hasta allá arriba?– Dijo Sam mientras Alex pasaba corriendo a su lado para subir –¡Oye!– Exclamo pero Alex no se detuvo y la perdió de vista. Sam suspiro –Ahhh tengo que ser paciente, ser paciente, pensar en el delicioso baño de burbujas que me voy a dar después.

–¡Ah!– Grito Alex y Sam corrió en su dirección, corrió y corrió hasta la cima, pero no la veía. Miró en todas direcciones. –¿Te agrado subir hasta aquí?– Preguntó Alex detrás de ella.

–Tú...– Dijo Sam exhausta intentando recuperar el aliento.

–Esto, es por hacerme creer que le había pasado algo malo a Kara.

–No fue del todo mentira– Dijo Sam riendo –Esas dos están tan calientes, que podrían terminar lastimándose.

–Ay cállate, ojala que no, pervertida. 

–¿Pervertida por qué?– Dijo riéndose de nuevo –¿Qué fue lo que te imaginaste?

–Nada, ahora sí ya me quiero ir.

Sam siguió riendo mientras Alex se marchaba enfurruñada. Sam no era la chica más alegre después de lo que le había sucedido en la adolescencia, pero Alex le había caído demasiado bien y no podía evitar jugarle pasadas para ver sus gestos, le parecían tan divertidos. Ahora empezaba a entender la actitud de Lena con Kara.

CASI EL PARAÍSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora