Parte 26

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Era la cuarta vez que Kara revisaba la tarjeta que tenía en las manos, se había perdido, pero finalmente encontró la dirección de la empresa "Enjoy", agencia de modelaje que le había dado el comensal aquella tarde en el restaurante de Winn. Sin embargo, se encontraba cerrada la entrada y el lugar parecía vacío. Por ahí no transitaba mucha gente, pero vio pasear a una chica y de inmediato se acercó a ella.

–Hola, disculpa ¿sabes en qué horarios abre este lugar?– Dijo Kara extendiéndole la tarjeta.

La chica de cabello corto, tomó la tarjeta, la miro por un breve momento –Ya no están aquí... por suerte –La chica le devolvió la tarjeta, le dedico una sonrisa torcida y traviesa y se marchó.

Kara se quedó descolocada por un momento viendo cómo se alejaba aquella desconocida, esta se detuvo y se giró a mirarla una vez más

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Kara se quedó descolocada por un momento viendo cómo se alejaba aquella desconocida, esta se detuvo y se giró a mirarla una vez más. Era evidente que le había coqueteado de manera sutil, pero sin lugar a dudas ¿qué le pasaba a todo el mundo? ¿era algo en el aíre? ¿era la temporada de apareamiento de los humanos y Kara no lo sabía?

Lena también se le abalanzaba a la menor oportunidad que tenía, y Kara se sentía ofuscada, sabía que era normal que su novia quisiera tener relaciones, pero ella no se sentía preparada, no porque no deseara a Lena, pues claro que lo hacía, hasta tenía sueños húmedos con ella. Era el hecho de que se sentía en desventaja de alguna manera, aunque sabía que Lena tampoco había tenido sexo antes, sabía que sus amigas debían tenerla muy bien informada de lo que se hace entre dos chicas para darse placer. Kara sin embargo, sólo tenía las referencias de la telenovelas, y cuando se dio valor busco información en los sitios porno, se arrepintió de inmediato, no creía que esas cosas le dieran placer, esa era tal vez la principal causa por la que no se atrevía a hacer el amor con Lena, temía decepcionarla en la cama y que su relación se fuera al caño por su eso.

Kara sacudió su cabeza intentando alejar esos pensamientos, primero tenía que resolver el tema del dinero. Rodeo el edificio y encontró una puerta de servicio, comprobó si se podía abrir y lo logró, llamó desde fuera, pero nadie contesto. Se adentró sin pensarlo mucho, el lugar parecía vacío, pero guardo la esperanza de que tal vez hubiera alguien que le pudiera indicar la nueva dirección a donde se habían mudado.

Vio una luz tenue al fondo de un pasillo y se acercó, una puerta estaba entre abierta, ingresó y vio un estudio de filmación, había varias cámaras y lámparas de aspecto profesional, pero al centro una gran cama parecía ser la protagonista de aquel sitio. Había avanzado sin darse cuenta, cuando la puerta tras ella se cerró con un sonido sordo, se sobresaltó y se giró de inmediato para comprobar que no se podía abrir desde dentro. Empezó a entrar en pánico, golpeo la puerta y grito por ayuda hasta que escuchó el sonido de otra puerta abriéndose, dos tipos adultos se materializaron frente a ella, reconoció a uno como el que dio la tarjeta. Los tipos la miraban de una manera que no hizo más que aumentar su pánico.

–¿Qué es lo que quieren?– Kara comenzó a retroceder lentamente, los tipos se acercaban a ella. –Aléjense, quiero irme de aquí ¡auxilio!

–¿Tan pronto? Pero si apenas vamos a empezar a divertirnos– Dijo uno de los tipos sin dejar de avanzar hacia ella.

CASI EL PARAÍSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora