Kara tomó la tarjeta entre sus manos y la observo largo rato. Se escuchó un murmullo generalizado, algunos rostros reflejaban sorpresa, otros tristeza, pero lo mayoría estaban felices porque se hubiera renovado esa tradición cruel, muchas y muchos no desaprovecharían la oportunidad para desquitar la frustración y recelo que le tenían a Kara por ser una chica de clase baja que se había ganado todos los favores de las reinas de la escuela, en especial de la dueña. Para el parecer de muchos, Kara había ido demasiado lejos con su ambición y las F4 recapacitaron.
Mientras sentía como su corazón se seguía partiendo, Kate se acercó a ella y le arrebató la tarjeta de sus manos, y la arrugo en un puño apretado.
—Descuida, bonita. No permitiré que nadie te haga daño— Le dijo y la tomó de la mano para llevársela aparte.
Kate Kane había vuelto a su atuendo nerd, porque le era más cómodo, aunque ya no le sirviera para esconderse, ya la mayoría del colegio estaba bien enterado de quién era en realidad, la supermodelo Ruby Rose. Pero en vez de acosarla, sus compañeros en el instituto se alejaban de ella, a estas alturas todo mundo sabía que le había quitado la novia a nada menos que Lena Luthor, y la venganza no se iba a hacer esperar, nadie quería estar cerca de ellas cuando eso ocurriera.
Kara seguía en estado de shock y de negación, no podía creer a Lena capaz de hacerle eso, otra vez. Kate se quedó largo rato tranquilizándola y diciéndole que amenazaría a la escuela completa de ser necesario con tal de que Kara estuviera a salvo.
Cuando Kara reunió fuerzas para asistir a clase, apenas ingresar a su salón se dio cuenta que no se encontraba su pupitre. El trio de Mina empezó a burlarse de ella de inmediato.
—¿Qué pasa Kara? ¿No está tu escritorio?— Comentó Mina.
—¡Ni su silla!— Completo Verónica.
—Jajajaja— las tres rieron como cacatúas.
—Ay Kara siempre la misma historia.
Era temprano, aún no llegaba el profesor. Kara se giró para salir del salón sin replicarle una palabra a sus enemigas. Tenía la energía drenada de tanto llorar por Lena, ya no tenía fuerzas para luchar. El personal del colegio le proporcionó un pupitre nuevo y le asignaron a un conserje que lo llevaría, pero a medio camino, sin decir nada, el conserje dejó el pupitre y se perdió de su vista. Kara espero, pero el conserje nunca apareció de nuevo. Kara se apresuró a llevarlo ella misma, porque de seguir esperando, iba a perder toda su clase, por suerte el mueble estaba colocado sobre un patín tipo industrial, y sólo tenía que empujar.
De la nada salió Kate y la empujo contra uno de los pilares, pegando mucho su cuerpo al de ella. Era una posición muy comprometedora, Kara intentó apartarse, pero Kate la mantenía fuertemente presionada.
—Pero ¿qué rayos...— Dijo Kara molesta rebatiéndose cuando escuchó el estrepito de un objeto cayendo a su lado y haciéndose pedazos en el suelo. Kara brinco sobresaltada.
Lo que parecía la cabeza de una estatua de mármol estaba deshecha en el suelo.
—Diablos la mataré— Exclamó Kate furiosa.
—¿Qué? — Kara intentaba hilar una idea coherente.
—¡Lena te aventó esa cosa!— Le gritó Kate.
—No, eso es imposible.
—Yo la vi, la vi acercarse al borde de la terraza, su terraza. Por eso me abalance a cubrirte o te habría caído en la cabeza.
Kara alzó la mirada, pero no había nadie ya, y sí, reconoció esa hermosa y enorme terraza donde había pasado tardes felices con Lena viendo el atardecer. Tardes apasionadas en las que habían terminado desordenado el escritorio de Lena, en dónde Kara estuvo muy cerca de perder la virginidad en varias ocasiones.
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CASI EL PARAÍSO
FanfictionKara es una chica común, pero con un gran sentido de la justicia, que bajo circunstancias extraordinarias recibe una beca en el mejor instituto privado de Ciudad Nacional, y lo que parecía ser el mejor golpe de suerte de su vida, se convierte en un...