En la obscura habitación de Kara, unas respiraciones se escuchaban con claridad mientras rompían intermitentemente el silencio imperante de la habitación. Ni Lena, ni Kara podían dormir. Cansada de intentarlo Kara abrió los ojos acostumbrándose rápidamente a la obscuridad, se giró en dirección a Lena y logró divisar su hermoso perfil débilmente iluminado por la luz de la luna que se colaba por la ventana.
Una pierna se alzó en el aire y cayó pesada sobre Lena, quién parpadeo incrédula, pero divertida, miraba hacia el techo sintiendo como la incomodidad y la tensión eran casi palpables en aquella pequeña habitación, luego un brazo la rodeo de la cintura.
-Lena no puedo creer que estés haciendo esto- Dijo Kara molesta porque Alex se encontraba durmiendo entre ellas dos con medio cuerpo casi encima de Lena.
-En realidad no planeaba esto, pero es muy divertido- Contesto susurrando Lena.
-Vaya, pero si lo estás disfrutando.
-Esta habitación es más pequeña que mi baño.
-Sucede que el baño de tu casa es anormal.
-Lo más gracioso es que tu padre nos obligo a las 3 a dormir en está cama, ni siquiera me puedo mover- Comentaba Lena divertida.
Kara suspiro cerrando los ojos, sin poder disimular su molestia -Y ¿es gracioso?
-Para mí sí- Afirmo Lena.
-Continua divirtiéndote, pero después no te quejes.
-Te juro que no, parece que estoy en un campamento de refugiados, genial.
-Ya me voy a dormir, no me molestes ¿quieres?
-Aunque... Me gusta está sensación de sentirme parte de una familia que duerme bajo el mismo techo- Kara no le contesto -¿Señorita? ¿Repartidora? ¿No me digas que ya te dormiste?
-No Maggie te digo que yo voy arriba- Comenzó a balbucear Alex mientras seguía dormida, haciendo sobresaltar a Lena, y luego empezó a manosearla, Lena le detuvo la mano rápidamente, pero Alex se removió y se abrazo fuertemente a su cuerpo mientras seguía balbuceando muy cerca de la cara de Lena -Mmmm cariño, cariño... Oh sí
Kara sonreía en la oscuridad, pero no dijo nada se limitó a darles la espalda e intentar conciliar el sueño.
A la mañana siguiente Lena se removía sola en la cama de Kara, al escuchar el ruido de utensilios y las voces fuera de la habitación, quería intentar dormir un poco más porque su cuerpo se lo pedía, pero por más que intentaba acomodarse y volver a caer en el sueño profundo, no lo logró, se despertó perezosamente, se lavo la cara y salió de la habitación.
-¿Dormiste bien Lena?- La saludo Elisa amablemente. Con semblante somnoliento Lena se sentó a la mesa. Kara seguía sintiéndose incomoda con Lena y su familia reunida, así que sólo miraba su plato lleno. -Es un desayuno sencillo, pero espero que te guste- Agrego Elisa. -Come tu desayuno antes de que se enfrié.
-Cuñada ¿por qué no vives aquí con nosotros?- Comentó Alex.
-Cállate- Dijo Kara con mirada furiosa.
-Es que nunca antes se había esmerado tanto Papá en el desayuno, hay de todo, Waffles, tocino, huevo, fruta...- Alex dejó de hablar abruptamente cuando sintió una patada de Kara por debajo de la mesa.
Todos rieron de manera incomoda y el silencio se instaló en la mesa por unos minutos, hasta que Elisa se aclaró la garganta y habló:
-Disculpa Lena, a Alex le gusta hacer bromas.
-Bromas nada graciosas a decir verdad- replico Kara.
Lejos de ahí en la mansión Luthor, la prima de Lena, Diana se encontraba desayunando sola en el enorme comedor cuando ingreso apresurada Lillian y se sentó observando todo y a todos en el lugar.
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CASI EL PARAÍSO
FanfictionKara es una chica común, pero con un gran sentido de la justicia, que bajo circunstancias extraordinarias recibe una beca en el mejor instituto privado de Ciudad Nacional, y lo que parecía ser el mejor golpe de suerte de su vida, se convierte en un...