Por la tarde después de clases, en la salita de las F4, Sara se besaba con una invitada que había llevado para ver una película, Gayle estaba absorta en su teléfono detrás de la barra de bebidas y Lena lanzaba dardos furiosa a un tiro al blanco ya repleto. Sam apenas iba llegando de sus clases universitarias, fue directo a la barra para prepararse una bebida y se percató del mal humor que parecía tener su amiga.
–¿Qué le pasa a Lena?– preguntó Sam.
–Creo que sigue molesta por lo de la mañana, ha estado lanzando dardos desde hace rato– Contestó Gayle alternando su mirada entre Sam y Lena.
Sam sonrió de medio lado, tomó un pequeño sorbo de su bebida y fue con Lena.
–¿Por qué estás tan seria?– Le preguntó pasándole un brazo por los hombros.
–Ya, no me toques– Le respondió empujándole el brazo –No me desconcentres, mi cabeza está trabajando, estoy pensando en la mejor forma de acabar con Kata, Kara o como se llame– Arrojó otro dardo con fuerza.
–¿Por qué lo piensas tanto eh? Sólo haz lo de siempre.
Lena se giró para mirarla con una amplia sonrisa –Entonces ¿Me dejaras hacerlo una vez más?
–Haré una última excepción por ti, pero ahora sí es la última– Sam le sonrió cómplice y le guiñó un ojo.
–Eres la mejor– Ahora fue Lena quien jalo del cuello a Sam para abrazarla –Esa repartidora está acabada.
Andrea reprendió a Kara cuando estuvieron solas, pero la rubia no podía quitar su cara de satisfacción; ella sabía que aunque no debió dejarse llevar por la furia del momento, porque esa no era la manera correcta de hacer las cosas, estaba segura de que alguien debía ponerle un alto a Lena. Kara creía en el viejo refrán de que el valiente vive hasta que el cobarde quiere, o lo que es lo mismo el bully es bully hasta que su víctima lo permite y ella jamás se dejaría ser la víctima de nadie.
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Al día siguiente Kara anduvo cuidándose entre los pasillos de no toparse con Lena y su grupito, lo logró, llegó hasta su casillero sin topárselas, pero algo andaba mal; justo cuando estaba por abrir la puerta se sintió observada por muchas miradas acusadoras, le pareció que todos a su alrededor se habían congregado cerca de ella y vigilaban cada movimiento que hacía. Intento ignorar esa sensación y se concentró en abrir su casillero, cuando lo abrió vio una tarjeta roja pegada en la parte superior:
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CASI EL PARAÍSO
FanfictionKara es una chica común, pero con un gran sentido de la justicia, que bajo circunstancias extraordinarias recibe una beca en el mejor instituto privado de Ciudad Nacional, y lo que parecía ser el mejor golpe de suerte de su vida, se convierte en un...