Parte 13

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Por la tarde estaban conversando Alex y Kara en el restaurante una vez que habían terminado de limpiar las mesas. Tenían mucho que contarse y ponerse al día. Kara no podía creer lo que su hermana le había dicho de como Lena se había ido a presentar con sus padres y como ellos estaban fascinados con ella. Kara por su parte le conto la razón por la que habían expulsado a Andrea del LIFT, y omitió olímpicamente que Lena había proclamado en la escuela que eran novias, aunque Alex ya lo sabía por Winn que no se despegaba de la red social del LIFT. Apenas lo podía creer, pero no le había comentado nada a su hermana, quería que fuera ella quien se lo dijera cuando estuviera lista. También por la red social sabía que Gayle había regresado, justo se habían enfrascado en ese tema:

–¿Y tiene algo de malo que haya regresado?– Dijo Alex –El hecho de que haya regresado no significa que haya pasado algo malo en París ¿o sí?

–Probablemente– Respondió Kara con voz afligida.

–¿Qué pasa? te ves agobiada ¿No deberías estar feliz? Creí que te llevabas muy bien con Gayle... O ¿Es cierta ojiverde que te está molestando de nuevo?

Kara se tensó, negando con la cabeza –No, Lena... Es amable, muy.

–¿Entonces por qué tienes esa cara?

–Ahhhh– Kara libero un gran suspiro –No sé, muchas cosas han cambiado, estoy hecha bolas. No sé cómo explicar lo que siento por Lena, y Gayle está muy cambiada ahora que regreso.

–Bueno París cambia a cualquiera, es una ciudad mágica, quizás Imra le dio duro, como cajón que no cierra.

–¡Alex!– Se quejó Kara. Alex se carcajeaba mientras tomaba su teléfono que había empezado a sonar.

–Hola Pa ¿Qué pasa?– Dijo Alex contestando la llamada –¿En serio? ¿Y hay algo para mí? Oh, espérenos no tardamos ya vamos para allá.

–¿Era Papá?

–Sí, debemos irnos a casa, iré a decirle a Winn que es una emergencia para que nos deje salir antes– Dijo Alex levantándose rauda en busca de su jefe.

–Espera, Alex ¿Qué pasó?

En el departamento de los Danvers, Kara se encontró con que Lena había enviado varios regalos costos, la mesa de su comedor estaba repleta de bolsas de marcas reconocidas: Tommy Hilfiger, Ray-Ban, CH, etc. Había ropa de su talla, pero también accesorios como pañoletas de seda, y hasta hermosos relojes de dama y caballero, claramente los obsequios eran para toda su familia.

–¿Qué es todo esto?– Pregunto Kara imaginando la cantidad exorbitante que representaba aquello. Alex se abalanzo a abrir las bolsas como si fuera la mañana de navidad.

–La asistente de la señorita Lena vino a dejar unos presentes– Dijo su padre, señalando la mesa.

–No debieron aceptarlos, esto es muy caro Papá– Exclamó Kara.

–Ay hija, es de mala educación rechazar lo que te regalan– Comento Eliza.

–Esa Lena sí que sabe cómo ganarse a la familia– Comento Alex probándose unas gafas de sol. Kara la fulminó con la mirada.

–¡No debieron aceptar nada!– Kara ya se había enojado.

–Hija ¿cuál es el problema? Lena es amiga de la familia– Dijo Jeremiah acercándose a ella.

Más tarde en la guarida de las F4 Lena, sus amigas y unas invitadas de Sara se encontraban jugando pool, cuando Kara irrumpió hecha una furia acercándose a Lena.

–Tenemos que hablar– Le dijo Kara.

–Oh, no te esperaba, dime ¿Qué necesitas?

–Quiero hablar en privado.

CASI EL PARAÍSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora