Parte 17

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Se encontraban sentadas a la mesa, en aquel hermoso comedor en la mansión Luthor. Kara seguía con el uniforme de la escuela, afuera ya oscurecía. Kara comía lentamente, sin poder creer todos las carísimas delicias que se presentaban frente a ella, y que tenía al alcance con sólo estirar la mano. También en la mesa estaban sentadas Sara, Samantha, y la endemoniadamente sensual prima de Lena, Diana Prince, al parecer la hermosura era cosa de familia, pensaba Kara cuando se llevaba otro bocado a la boca.

–Ha pasado mucho tiempo ¿No es así chicas?– Comento Diana y después rio encantadora. Sara y Sam rieron con ella asintiendo.  

Kara se sentía incomoda en la presencia de las amigas de Lena, aún no estaba al tanto de qué sabían sobre lo ocurrido con Gayle o si lo sabían, pero Diana creaba un ambiente agradable para todos y se sentía tranquila e integrada en su presencia. Las risas se apagaron cuando la seria figura del ama de llaves, Marcy apareció de pronto:

–La señorita Luthor dice que no tiene apetito– Anuncio Marcy.

–No creo que por no cenar hoy le pase algo– Dijo Diana –Díganme ¿Ella fue quien comenzó esta guerra tan infantil?  ¿Y ustedes jovencitas están de acuerdo con su conducta de niña caprichosa?

En el rostro de Sam se notó rápidamente como encajaba mal las palabras de Diana, al parecer la recién llegada ejercía una influencia muy fuerte en ellas, incluso más que la misma Lena.

–Yo no acepto eso, las F4 no deberían pelear por algo así– Se apresuro a decir Sara. Luego Diana instó a Sam a hablar con la mirada.

Sam hablo rehacía –Yo no... estoy de acuerdo, pero...

–Muy bien– Diana la interrumpió –Está decidido. Oiga Marcy...

–¿Sí señorita?

–¿Puede servir el caviar y todas esas deliciosas viandas que traje de Irlanda, por favor? Ah, y no olvide la champagne.

–Con gusto señorita, enseguida preparare todo– Respondió Marcy.

–A Lena le gustan mucho las viandas– Comento Sam.

–Es una lastima que se lo pierda, pero eso le pasa por no acompañar a su prima en su cena de bienvenida– Dijo Diana –Kara, por favor come más, necesitaras toda tu fuerza para enfrentar a mi prima. Ahora brindemos por la tonta que no disfrutara de esto.

Todas chocaron sus copas con la de Diana, y a Kara le pareció que no había mortal que se resistiera a cualquier petición que hiciera esa mujer. Mientras bebían de sus copas a Diana le costaba disimular cómo inspeccionaba con alegre curiosidad a Kara. 

Después de una amena charla durante la cena, Diana mando a que llevarán a Kara a su casa, pero lo que nadie se esperaba era que ella también la acompañara. Ambas viajaban en la parte trasera del lujoso auto, cuando llegaron al edificio de la casa de Kara, la rubia le agradeció a Diana por la cena.

–Estuvo en verdad deliciosa, gracias– Dijo Kara.

–Nada que agradecer– Le sonrió Diana.

–Bueno, yo... Quiero saber ¿por qué?...

–¿Por qué hice todo esto?– Dijo Diana, Kara asintió con timidez. –¿Tú ya conociste a Lillian? 

–Sí– Kara volvió a asentir.

–Para las personas ricas es muy difícil hacer un amigo sincero. Lillian es de las que cree que los amigos son una perdida de tiempo...

–Y ¿Por qué?

–Ella piensa que nadie es... merecedor de la amistad de la heredera de LuthorCorp, así que no le gusta que Lena tenga amigas.

CASI EL PARAÍSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora