𝟫. 𝓌𝒽𝑒𝓃 𝓎𝑜𝓊 𝓉𝒽𝒾𝓃𝓀 𝒿𝓊𝓈𝓉 𝓉𝒽𝑒 𝑜𝓅𝓅𝑜𝓈𝒾𝓉𝑒

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𝓙𝓾𝓷𝓰𝓴𝓸𝓸𝓴

Los ojos de Tae me buscan por encima del cubículo como si quisiera decirme algo, pero regresa rápidamente a su pantalla porque Kang alcanza nuestro lugar de la oficina. Incluso el sonido de sus pisadas me resulta molesto. Apenas hemos podido saludarnos, el mariscal está de lo más difícil el día de hoy.

Por suerte esta mañana no me he quedado dormido. Y he dicho por suerte, no por el despertador que me obsequió mi amigo, que obviamente sigue en su caja encima del escritorio, no estoy listo para esa tortura. De todas formas, lo que debería de agradecer en realidad es mi manera de darle vuelta a los asuntos. Anoche apenas pude pegar un ojo incluso con varias cervezas encima.

—Supervisor Kang, ella ya está aquí.

Sé que no soy el único que busca su reacción al escuchar al chico de recepción de la sección dar el aviso. El entrecejo grueso y abundante le cubre los ojos cuando Kang frunce el ceño.

—Haz que pase. Ya estamos listos. —dice, emprendiendo el camino a la sala de reuniones unos metros más allá.

Me deslizo en mi silla para asomar la cabeza fuera del cubículo y verle partir apurado, a donde el equipo de marketing encargado de la campaña se reúne esperando a nuestro cliente para la presentación. Claramente no soy la única cabeza curiosa que abandona su pantalla. Cuando desaparece tras la puerta, Tae, que se asoma unos metros más allá, voltea a verme.

—Hoy está más comemierda que nunca eh.

Shhh... —le chisto buscando a Gyo, aunque como siempre: nada, está muy metida en sus cascos—. Es extraño que esté tan nervioso por-...

El silbido de Taehyung me interrumpe, sus ojos van detrás de mí, los sigo. El recepcionista camina hacia nosotros con una chica pisándole los talones, tan baja que apenas se ve tras él en el vaivén que dan sus caderas. Es joven, sorprendentemente joven para ser nuestra cliente. Su cabello largo de un tono miel y sus muslos anchos dentro de esos pantalones ajustados, son la clara razón de la mirada perdida de mi amigo. Eso y la sonrisa amable que ofrece a cada uno de los empleados que le miran. Igual que hace con nosotros cuando pasa de camino a la sala. Aunque no ha volteado su cabeza para nadie como lo hace para Taehyung, quien obviamente le corresponde la sonrisa con una igual. Es que él liga hasta por respirar.

—Esto va a salir mal... —murmuro.

—¿Lo mío con esa chica? —pregunta Taehyung.

Le busco cuando ella desaparece tras la puerta de la sala.

—¿Ya hay un "algo" entre tú y esa chica?

—¿No has visto? Echamos chispas, hermano.

Me pongo de pie, acercándome instintivamente a la reunión aunque me detengo junto al lugar de Tae, porque por más curioso que esté no me corresponde participar de la presentación, después de todo, sólo fui el muchacho de las vallas. Pero de verdad, tengo un mal presentimiento ahora que veo quien ha solicitado el servicio. Cuando apoyo la cadera en su escritorio y cruzo los brazos sobre mi pecho, repaso lo que dijo, mientras quito mi atención de la reunión y el lío de la campaña, y bajo la mirada hacia él.

¿Echamos chispas ha dicho?

—Eh... ¿Qué hay de Gi?

Su sonrisa se ensancha. Últimamente me da pavor cuando ese gesto se despliega en su rostro, porque siento que no estoy comprendiendo del todo qué significa. Se deja caer demasiado en su respaldo y trenza los dedos encima de su estómago. Al menos hoy se ha puesto corbata, y por alguna extraña razón, eso le agrega algún que otro filtro.

twenty seven ▶ jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora