twenty seven ▶ jjk

𝟣𝟧. 𝓌𝒽𝑒𝓃 𝓎𝑜𝓊 𝓉𝓇𝓎 𝒾𝓉

𝒥𝓊𝓃𝑔𝓀𝑜𝑜𝓀

Durante meses, nadie en Keypub tuvo idea de que Misook y yo estábamos saliendo. Recuerdo que se lo dije a Taehyung porque nos pilló en la esquina de casa. Cuando terminamos, exactamente dos años después de comenzar, pasaron varias semanas para que el rumor corriera en la empresa.

Nadie lo notó al comienzo, nadie al final, sin embargo...

—Jeon... ¿Te sientes bien?

Me lleva un momento comprender que la señora Gyo me habla a mí. A pesar de tener un cubículo junto al otro, prácticamente no nos comunicamos. Lleva sus auriculares colgados del cuello y me mira apenada.

—Ah... Si, si.

¿De verdad me veo tan mal hoy?

Asiente despacio. La sonrisa amable que me ofrece me recuerda a mi madre, aunque probablemente tenga unos años menos que ella. Seguro mi señora madre me diría que me estoy haciendo bola por nada, que todo saldrá bien.

—Si necesitas algo... —habla como siempre, con suavidad.

—Gracias, señora Gyo.

Me giro dirigiendo los ojos de nuevo a la pantalla tras una pequeña reverencia, pero vuelvo a vagar por allí perdido y mi espalda vuelve a golpear la silla, porque estoy hecho un inútil profundo, no puedo pensar en nada más que: Gigi no me dice lo que siente por mí, nos enrollamos, estaba borracha, y Gigi no me dice lo que siente por mí. Y por si no me ha quedado claro, vuelta a empezar.

—Eh... —La cabeza de Taehyung asoma por el borde de mi cubículo. Ah, sí, y si no era suficiente con eso, mi amigo está ligando abiertamente con ella—. Has hecho hablar a Gyo... no tendrás ahora la cara tan dura como para decirme que no te pasa nada. —suelta en un murmullo.

Me río desganadamente y acabo esquivando su mirada demandante, juntando ánimos para darle al botón del ratón y ponerme a trabajar, o al menos intentarlo.

—Es la resaca. La resaca y los años, que hacen que el alcohol me deje K.O. —Es un poco cierto aunque no la causa de mi cara larga. Lo busco con un vistazo cuando no emite vocablo y continúa con sus ojos inquisitivos en mi perfil—. No vas a encontrar nada más, macho.

Y solo entonces, suspira y hace rodar su silla más cerca de la mía. Si Kang llegara ahora estaríamos despedidos, pero Taehyung no es tonto, en realidad es un experto en hacer el vago y se ha aprendido la rutina del mariscal mejor que la suya propia, tiene claro cuando él vuelve a su ronda.

—Así que la resaca... ¿Saliste ayer?

—Si, salimos.

—¿Salieron? —dice usando el tono, ese tono.

Le echo un nuevo vistazo. Tiene un talón descansando en su rodilla y a pesar de que me está mirando, sus dedos están jugueteando con el filo de mi gaveta a medio abrir. La gaveta, vaya... había olvidado que sigue allí. Acomodo mi garganta e intento disimular que me he detenido por demás en ese sitio.

—¿Con Giwon? —pregunta, y ahí está de nuevo. El tono. ¿Qué hay detrás de él?

Lo usa siempre que tiene que ver con ella, y no sé si es porque hablamos de su novedoso interés amoroso o en realidad... no es posible.

—Sí, los cuatro. Buenas noticias: Jimin y Hyesun se casan este domingo en Busan. Fue una especie de... despedida de solteros. —explico.

Aunque en realidad me sabe mal llamarlo así porque fue una cena de media semana como muchas otras y Jimin es... mi mejor amigo. Dentro de mis proyectos de niñato estaba pasar una buena noche con él antes de que me casara, y antes de que se casara también. Así es, en ese orden lo esperaba. Algo que tampoco ha salido según el plan.