twenty seven ▶ jjk

𝟤𝟩. 𝓌𝒽𝑒𝓃 𝓎𝑜𝓊 𝒻𝒾𝓃𝒹 𝓎𝑜𝓊𝓇 𝓅𝓁𝒶𝒸𝑒

𝓖𝓲𝔀𝓸𝓷

De nuevo en el comienzo. Mismo andén, otra mañana, el cielo un poco más frío y yo, más entusiasmada que antes.

Una vez más vuelvo abrazada de una planta, aunque esta tenga un significado completamente diferente. Vuelvo a llenar una valija, aunque esta cargue todo lo que no me atreví a llevarme antes. Esta vez, no dejo nada detrás. Ni uno de mis libros, ni el diario de mi infancia. Esta vez mi lugar seguro no se queda entre las cuatro paredes de aquel pequeño y antiguo piso, aguardando mi fracaso. Ahora viene conmigo. Ahora se encuentra donde yo esté.

Bueno, tal vez también donde esté él.

A diferencia de la última vez, mamá ha soltado un par de lágrimas. Aunque afirmando sus manos en mis mejillas, como siempre que quiere grabarme a fuego una idea, me prometió que no era tristeza. Le creí, porque puede que después de todo no he heredado solo sus ojos, tal vez lleve algo de su sexto sentido también.

Mi padre, aunque es incapaz de engañarme, se ha esforzado en la despedida. A lo mejor de eso van los méritos, de continuar aún con el viento en contra e intentarlo, aún cuando desees rendirte. Fue el primero en levantarse esta mañana, preparó el desayuno para los tres y antes de mi partida me dio una lista de libros que ahora llevo en mi bolsa. Son sus favoritos, y me dijo que desea poder verlos a través de mis ojos. Prometí darle las reseñas, sin importar si el mes siguiente continúo con mi columna o no. Él prometió respetar lo que me dijo el viernes, y como si lo quisiera rectificar agregó que me llamará cada semana, algo nuevo para todos.

En cuanto a Jungkook... Su ansiedad parece no dar tregua. Ha pasado el sábado insistiendo en recogerme, a veces disimulando con su humor, otras con tanta seriedad que hizo temblar mi decisión. Aún así me aferré al "no", y aunque por momentos se sintió como recaer en viejos hábitos, solo me hacía falta imaginarlo esperándome allí, en la estación, para saber que lo mejor era evitar ese momento.

Lo es ¿verdad? Porque de otra manera, ¿cómo podría ser capaz de llevar estas valijas a Gangnam?

Quizá algo que no ha cambiado del todo, es lo insegura que estoy con respecto a mi decisión, aunque su origen sea completamente opuesto.

La última vez que hice este viaje tenía la sensación de que mi corazón era arrancado de su sitio, que el pobre sufría cada kilómetro que me apartaba de mi antigua vida. Unas cuantas semanas después vuelve a latir disconforme, aunque mi cabeza intenta explicarle que es lo correcto, que nos estamos cuidando. Tengo un capricho atorado en el pecho. Si el dilema que tenía hace un mes era a causa de volver a él, hoy parece que es no hacerlo del todo, lo que no me permite estar tranquila.

Por eso desde ayer he intentado interpretar estas ganas. Quiero hacer lo correcto y no arruinarlo todo. Quiero cuidar lo que tenemos.

Así que una vez más vuelvo a recordarme las razones. A poco menos de una hora de mi nueva vida, tengo que obligarme a pensar que es lo mejor para mí. Porque esto es lo mejor para mí ¿cierto?

Ya llevo la bolsa en mi regazo a pesar de que aún quedan unos kilómetros. La ventanilla me regala la silueta de Seúl que comienza a tomar forma, revolviéndome el estómago y los ánimos, y cuando mi teléfono suena un par de veces, lo cojo con la ocurrencia de que es él insistiendo una vez más. Sin embargo me he equivocado, aunque los mensajes en mi pantalla también son merecedores de una sonrisa.

Uno es de Hyesun, lo envió hace cerca de media hora. Habla de una nueva bienvenida, y de lo aliviada que está por no tener que disimular su Coca-Cola light. El último es de Taehyung. Bueno, Taehyung y Capitán. "Nos enteramos de que vuelves a casa hoy" pone acompañado de una foto de los dos, y no puedo evitar releer el sujeto de la oración con ternura.