La primera vez había sido una casualidad. Se toparon una noche en la que Hyesun estaba agotada de cargar a cuestas con su rol de oveja negra. Jimin festejaba el cumpleaños de un colega que en realidad no le caía muy en gracia. Incluso en determinado momento se había estado cuestionando qué hacía allí, con esas personas tan ajenas a él. El barsucho cercano a la universidad solía acoger estudiantes los fines de semana y a los desdichados cada una de las noches y esa vez, podría decirse que cumplían ambas condiciones. Coincidieron en la barra cuando Jimin se acercó a buscar un trago huyendo de la celebración. Se sonrieron y aunque ninguno de los dos lo había planeado, supieron que sucedería. Parecía que el destino quisiera que cruzaran la línea de esas tardes de estudio que habían adquirido como rutina, y en las que mataban sus deseos limitándose a mirarse y fantasear con algo más.Ella, cansada, se quitó las maneras y modales bebiéndose una cerveza, como sólo lo hacía con los más cercanos. Él, deseoso de palpar la honestidad con la que poco convivía, se sintió satisfecho de que su intuición no era equivocada, cuando la admiró desatarse como huracán frente a sus ojos. Aceptó en su fuero interno que Shin Hyesun le volvía loco y tras unas cuantas cervezas, acabó diciéndolo en voz alta. Así fue que terminaron en besos erráticos derramados con sabor a alcohol y ligereza. Besos que al siguiente lunes parecieron nunca haber sucedido, cuando se saludaron en el pasillo de la universidad. Ese primer paso les costaba entonces y lo seguiría haciendo, hasta la última noche que Hyesun estuvo en Busan. Hasta su última despedida. El saludo, el acercamiento, el volver a encontrarse como dos amigos cuando antes habían acabado hechos un lío de besos, caricias y jadeos.
De todas formas, los deseos siempre terminan dando con la manera de ganarle a la razón, de engañarla. Por eso, cuando en una fiesta sus ojos se hallaron por encima de las copas y a través de la sala, supieron que volvería a suceder.
Hyesun le había estudiado tanto, que era capaz de reconocer a la distancia qué significaba el ángulo que enseñaba su mirada. Así que le sonrió, sin duda ninguna de que Jimin también lo estaba haciendo tras su trago. Amigos, amantes y vuelta a empezar. Un círculo en el que habían comenzado a caer por orgullo y tozudez. Mientras más se buscaban, más necesidad sentían ambos de esconderse. De esconder aquello que los hacía flaquear, dudar, y hallarse enclenques. Con los meses acabarían cobijando lo suyo con el título de amistad, y para comprar su propio engaño, Giwon y Jungkook terminarían formando parte de esa ficción.
De hecho, sus papeles comenzaron a desarrollarse aquella misma noche, cuando Giwon le ofreció a su amiga acercarse a él.
—¿A quién? —intentó mostrar indiferencia Hye, pero acabó suspirando cuando los ojos pasivos de Giwon le sugirieron que sería inutil—. No voy a dejarte sola, después de todo, yo fui quien insistió en venir.
—Por eso mismo... —respondió ella, echándole un sorbo a su lata con esa calma permanente—. Sé benévola conmigo, ve a liarte y dejame irme a casa ¿si?
Hyesun la miró incrédula antes de acabar riendo, cuando las comisuras de Gi se estiraron demostrando complicidad.
—No vamos a liarnos, Gi... fue una vez, estábamos borrachos. Sólo somos amigos...
—Suni... —le llamó, su mirada había vuelto al muchacho que seguía buscándola con disimulo por encima del hombro de otro invitado. Cuando Hyesun le ofreció sus ojos, Giwon, que estaba a punto de hacerle saber que su atracción era evidente, decidió guardarse aquello, porque entendió que sería inutil. Hye no estaba lista para aceptarlo—. Yo me voy a casa...
—Pero Gi... —se quejó la chica, sosteniendo su brazo en un pequeño berrinche.
—Puedes venir conmigo —matizó—, o también puedes acercarte a Park, mientras yo bebo esta cerveza, y luego vemos... —se encogió de hombros.
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twenty seven ▶ jjk
FanficGiwon está acobardada. Jungkook se siente perdido. Jimin y Hyesun están a punto de ponerlo todo de cabeza. Para este grupo de amigos la vida no está saliendo como lo habían planeado, entonces... Tal vez sea momento de dejar de hacerlo. • Heterosexu...