DIECISIETE|

4.1K 306 31
                                    

Los colores escaseaban en la gran casa por la que Amelia caminaba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.






Los colores escaseaban en la gran casa por la que Amelia caminaba. Una gran sala de estar con una chimenea y un gran sofá adornaban el primer piso, hasta donde ella logró ver. Ya que fue directo hacia las escaleras.

El pasillo era inmenso y lleno de puertas y habitaciones, las cuales le tomaría horas recorrerlas una por una. Un estampado a rayas era el tapizado de las paredes, y los colores que más abundaban eran tonos amarillentos y verdosos, dándole un tono medio escalofriante a la mansión.

El ambiente era helado y Amelia sentía cómo los dedos de sus manos se entumecían, se cruzó de brazos y escondió sus manos bajo sus axilas, intentado que el calor corporal las mantuviera calientes.

Camino unos segundos hasta que llegó al final del pasillo, donde una puerta se encontraba abierta y por lo que se dejaba ver, el cuarto era un despacho, con una gran biblioteca detrás llena de libros, los cuales no podía descifrar quien era a simple vista.

Un despacho con un gran libro sobre un atril, con los bordes hechos de oro y el centro de cristal. A medida que Amelia se acercaba podía ver unas letras desordenadas sobre la tapa del libro, algo totalmente ilegible.

Intento abrirla por la traba que yacía en el, pero fue inutil.

Soltó un bufido.

Vio hacia las pequeñas formas de ángeles tallados en las puntas del gran atril que sostenía al libro y pudo divisar como la forma soltaba aire, como si fuera por arte de magia.

Ella sopló frente a la tapa del libro y las letras comenzaron a esparcirse sobre la longitud, formando las palabras que debía contener.

— Asombroso— exclamó en un susurro, como si se estuviera escondiendo de alguien.

»El libro de conjuros«

La castaña sintió cómo una presión invadía su pecho y tuvo que tocar aquella parte para que el dolor se vaya.

Ese no era su libro.

¿Existía otro más además del suyo?

Con la curiosidad a flor de piel, lo abrió. Comenzó a pasar pagina por pagina hasta encontrar el indicado.

— Hechizo para dolor de muelas— murmuró mientras leía los títulos. Freno en una pagina que le dio curiosidad y recitó el hechizo— "estas palabras tienes que mencionar, para que tu alrededor empiece a nevara— miró hacia la otra pagina de color totalmente negra y diviso un pequeño copo de nieve que caía sobre ella.

Elevó su cabeza hacia el techo de la gran biblioteca y vio cómo toda la habitación se encontraba llena de nieve. Copos y copos caían y le hizo recordar a la primera vez que habían pisado Narnia con los Pevensie.

Volvió su visión al libro y lo sopló, ya que se encontraba lleno de nieve, pero al hacer esa acción las hojas comenzaron a pasar de largo rápidamente hasta que ella posó una mano en una pagina al azar y frenaron.

𝐓𝐇𝐄 𝐋𝐄𝐆𝐀𝐂𝐘 [2]── The Chronicles of NarniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora