El poder es algo que muchos añoran en este mundo, para tu mala suerte, tu habrás nacido con demasiado, convirtiéndote así en el blanco de los más grandes villanos. Después del caos viene la calma y tal vez, incluso tú, puedas encontrar algo preciado...
Blossom se aproximaba rápidamente al teatro donde Konoe y Denís estarían esa noche, se sentía culpable por no haberse dado cuenta de que estaba siendo observada, puso en peligro a sus amigos y ahora toda la situación pendía de un hilo. También estaba en parte furiosa, despreciaba lo bajo que habían caído los criminales como para tomar rehenes, se prometió a si misma, bajo cualquier circunstancia, no permitir que ninguno saliera herido.
Se detuvo en el pequeño callejón a un lado del teatro al notar movimiento. Estaba firme y su mirada era imponente como pocas veces, en ese estado su expresión era comparable con la de Aizawa. Visualizó su alrededor, en el fondo del callejón estaban el peliverde y la albina junto con otras dos personas, frente a ellos estaba la chica de cabello gris corto y mirada carmesí, 3 personas eran visibles, pero era poco probable que solo fueran esos tres, nadie tendería una trampa si la intención no fuera superar en fuerza al objetivo, con eso en mente _____ se mantuvo alerta.
-Llegaste, fue más rápido de lo que esperaba- la chica de cabello gris hablaba con desdén.
-Deja la palabrería ¿Qué quieren de mi?- Mientras hablaba, canalizaba energía y analizaba la trayectoria de su ataque para más precisión.
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La chica chistó frunciendo un poco el ceño -¿Por qué los héroes son así?- entonó con desagrado -Necesitamos que nos acompañes, sin resistencia de preferencia, aunque no creo que eso esté en tus planes- justo al terminar de hablar dos personas saltaron del techo del teatro al callejón con la intención de atacar, simultáneamente a ____,escuchó un leve sonido de pisadas a su espalda y sin estar muy segura de cual era la amenaza que estaba tras de ella liberó la energía canalizada en tres ataques.
El primero iba al frente, estampó con la pared a las dos personas que rodeaban a Konoe y Denís, mientras que la chica de cabello gris esquivaba ágilmente las plantas. El segundo ataque iba para las personas que saltaban del techo a las cuales inmovilizó con troncos de abeto. Finalmente, el tercer ataque iba dirigido a sus espaldas, a la desconocida amenaza.
Después de atacar el sonido del disparo de un arma la desconcertó, sintió un pinchazo, pero su cuerpo no estaba herido, lo que significaba que las plantas habían logrado bloquear la bala.
-Maldición- escuchó la voz de un chico.
-Es el tipo de ojos de reptil- dijo para sí misma a la vez que el mencionado comenzaba a camuflarse con el entorno hasta pasar desapercibido de nuevo -Camuflaje, ese debe ser su don- concluyó a sabiendas de que todo lo que decía también podía se escuchado por sus compañeros.
-Idiota...- la chica renegó -Fallaste- su mirada carmesí comenzaba a tornarse aterradora.
En medio del caos y con dos tipos parcialmente inconscientes y dos inmovilizados, la heroína actuó rápido y de su mano extendió un par de enredaderas para sostener a los rehenes y alejarlos del peligro.