El poder es algo que muchos añoran en este mundo, para tu mala suerte, tu habrás nacido con demasiado, convirtiéndote así en el blanco de los más grandes villanos. Después del caos viene la calma y tal vez, incluso tú, puedas encontrar algo preciado...
La joven heroína había recibido un golpe fatal, tenía una herida en la parte posterior de su cabeza que no dejaba de sangrar, era sin duda algo sensible, incluso la hizo perder el conocimiento por un par de minutos. No mucho tiempo, pero si lo suficiente para que cosas terribles pasaran.
Mirio estaba batallando para mantener a raya a Chisaki, de la nada, alguien más entro en escena, era aquel tipo vestido de negro con el que se habían encontrado antes.
-Estoy aquí jovén amo, deme sus órdenes- Exclamaba con fervor aunque apenas pudiera moverse, claramente, no se había recuperado de la batalla anterior.
-Dispara- Dijo Chisaki mientras le lanzaba el segundo objeto que había sacado de su chamarra, era una bala de color rojo, tenía el mismo aspecto que las balas que en su momento hirieron a Tamaki y _____. Pero esta bala era distinta, su efecto era mucho más... Retorcido.
Con agilidad el tipo de negro la atrapó y la cargo en su arma, apuntó pero antes de disparar se quedó congelado.
¿Dónde puedo disparar para que no evite la bala? Seguramente pensó.
Y así, movió su arma para cambiar su objetivo, ahora apuntaba a Eri, sabía perfectamente que un héroe no podría evitar protegerla. Pero olvidó algo muy importante, y es que la heroína que parecía haber quedado fuera de batalla estaba comenzando a despertar.
Narra. _____
Me niego
Me niego a ver a Eri aterrorizada y a Mirio luchando y no hacer nada
Me niego...
Apenas recuperaba la consciencia, necesitaba moverme y hacer algo, poco a poco hice crecer pequeñas y delgadas plantas que entraran por cada una de las grietas en la piedra que me aprisionaba, en un esfuerzo desquite mi poder para hacerlas crecer y romper así la piedra. Caí al suelo sin oportunidad de amortiguar mi caída, me sentía como en cámara lenta.
Mi instinto me hizo poner la mano en mi nuca, cuando regresé la mirada a mi mano me atemorizó ver qué estaba cubierta de sangre. Me había lastimado la cabeza.
Además, la caída había hecho que también lastimara mis piernas, definitivamente correr no era algo que pudiera hacer, dudaba que pudiera ponerme de pie si quiera. Todo aquellos pensamientos pasaron a segundo plano cuando entendí lo que pasaba en mi panorama.
Chisaki había ocupado una droga, por eso se hizo más fuerte de la nada, pero ahora no estaba haciendo nada, al contrario había hecho desaparecer muchos de los picos que había creado, se volvió un terreno casi plano.
Uno perfecto para disparar
Cerca mío vi a alguien, era el tipo vestido de negro de antes, sostenía un arma en sus manos y apuntaba...
Apuntaba a Eri
Y Mirio estaba a punto de ponerse frente a ella una vez más, para recibir el impacto el mismo, tal parece que habían descubierto como evitar que utilizara su don.
Pero se olvidaron de mi
Podré estar herida pero tengo fuerza de sobra y ya vi lo que necesitaba para saber que hacer.
Al escuchar el sonido del arma disparándose, hice crecer un muro gigantesco y extremadamente grueso frente a Mirio y Eri, era imposible que la bala atravesara. O eso pensé.
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