El poder es algo que muchos añoran en este mundo, para tu mala suerte, tu habrás nacido con demasiado, convirtiéndote así en el blanco de los más grandes villanos. Después del caos viene la calma y tal vez, incluso tú, puedas encontrar algo preciado...
Para este punto ya habíamos pasado nuestros exámenes finales, las vacaciones habían comenzado también, sólo estábamos a la espera del examen de ingreso a la U.A.
Dadas las circunstancias mi segunda cita con Mirio se pospuso, pues estábamos demasiado concentrados en pasar el examen, entrenamos como locos y nos reuníamos cada cierto tiempo para estudiar también.
Finalmente el día llegó, antes de salir de casa saqué la foto de mis padres de aquel cajón y me quedé un momento contemplándola -Deseenme buena suerte- acto seguido le di un beso a la fotografía y la volví a guardar.
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Nos reunimos los tres, todos con ropa cómoda, estábamos hechos una bola de nervios, bueno, a excepción de Mirio, él siempre mantenía aquella sonrisa en su rostro, se mantenía positivo y su ánimo resultaba contagioso. Durante el tiempo que nos preparamos también le pedí a Aizawa que nos ayudara, fueron los entrenamientos más duros que jamás haya tenido en mi vida, normalmente los tres terminábamos colgando de algún lado o envueltos en vendas.
Al investigar, noté que tal vez no sería necesario que hiciéramos el examen de ingreso, ya que el tío Hizashi o papá pudieron habernos dado un carta de recomendación; sin embargo, cuando lo propuse, ambos se negaron rotundamente, diciendo que debíamos conseguirlo por nosotros mismos.
Llegamos al edificio donde se llevaría a cabo el examen teórico. Nos quedamos fuera unos minutos, sentados en las grandes escaleras que habían antes de entrar, llegamos temprano así que teníamos tiempo antes de la hora de encuentro.
-No se si pueda hacer esto- dijo Tamaki mientras jugueteaba con sus manos nervioso.
-Es mucha presión, los demás aplicantes no dejan de llegar- No podía dejar de mirar a todos los chicos que pasaban a nuestro lado con dirección al edificio.
-Entrenamos muchísimo, ambos son fuertes, seguro nos irá bien- Mirio mostró un pulgar arriba con aquella característica sonrisa de ojos achinados.
-No es solo eso, se dice que el examen teórico también es temible- recalcó Tamaki con ese lado tan pesimista que tenía en estas ocasiones.
-Tu eres bueno en lo teórico Tamaki, a mi me preocupa el examen físico, ustedes saben que no tengo mucha condición- Si bien había entrenado con todo lo que tenía, mi condición física no era precisamente la mejor y es que si controlaba mi don eso hacía que mi energía se gastara y disminuyera mi resistencia.
-¡Vamos! Estaremos bien, no estoy seguro de si esta permitido, pero ¡tal vez podríamos cooperar en el examen físico!- Se levantó con entusiasmo de donde estábamos sentados, su ánimo me hizo soltar una leve risa. Tu si que sabes aliviar mis nervios.
-Eso es imposible- dijo Tamaki hundiendo su cabeza en sus rodillas.
-¿No estás nervioso Mirio?- Puse una mano en la espalda de Tamaki para darle algún tipo de apoyo. Mirio se volvió a sentar y se puso a pensar.
