NO TAN MALO COMO PARECÍA

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Narra ______:

Después de un camino algo largo llegamos a donde estaba el objetivo, éramos los primeros y no dudamos en tomarlo y regresar.

-Yo lo cargaré- dijo Mirio tomando el saco de cemento entre sus manos, si bien había mejorado mi fuerza y resistencia, moverme con una carga así realmente me afectaría, Mirio por el contrario es fuerte por naturaleza, aunque llevar el saco le complicaría utilizar su don.

Estaba casi segura de que no tardarían en atacarnos, ya había pasado mucho tiempo, aparecerían pronto. No me equivocaba, de la nada una bola de fuego se dirigió a Mirio con la intención de golpearlo, reaccioné a tiempo y creé un pequeño muro de robles para evitar que lo hirieran.

-Sigue corriendo Mirio, yo te conseguiré tiempo- el me miró mortificado.

-Podría lastimarte, luchemos ambos- su mirada estaba fija en mi, en mi interior quería hacerle caso, pero sabía que si peleábamos ambos, entonces perderíamos, porque lo más seguro era que el otro chico estuviera oculto para un ataque sorpresa.

-Confía en Mirio, conseguiré tiempo y te alcanzaré- le sonreí con confianza, no del todo convencido asintió y comenzó a correr.

Detuve las múltiples bolas de fuego con robles, mismos que al poco tiempo de ser golpeados se encendieron en llamas, sentía un extremo calor dentro de mi, como si me estuvieran quemando viva, dolía y mucho pero no podía dejarme vencer.

-Somos opuestos Aizawa, no tiene caso que te enfrentes a mi, será mejor que te rindas- dijo mientras me lanzaba aún más bolas de fuego, en vez de bloquearlas las esquivé e intente atraparlo o golpearlo con plantas, pero mis intentos eran inútiles, el esquivaba mis ataques y al darse cuenta que me hería que quemara mis plantas lo hacía aún más.

-Nunca- respondí con firmeza

Una cortina de humo negro comenzaba a formarse gracias a la quema de los robles, entonces se me ocurrió una gran idea, con la energía que me quedaba me acerqué a el antes de que mi visión fuera cubierta por humo y con esfuerzo hice crecer un gran crisantemo bajo sus pies, recibí varias bolas directamente en el cuerpo pero eso no me impidió seguir.

Una cortina de humo negro comenzaba a formarse gracias a la quema de los robles, entonces se me ocurrió una gran idea, con la energía que me quedaba me acerqué a el antes de que mi visión fuera cubierta por humo y con esfuerzo hice crecer un gran ...

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La forma de un crisantemo actuaría perfectamente como una prisión improvisada, claramente el comenzaría a quemarla, pero eso crearía el humo suficiente para nublar por completo su vista. Una vez todo estaba completamente negro, salí del humo antes de que se liberara y comencé a correr en la misma dirección a la que Mirio se había ido.

Narrador:

Mirio corría con el saco bien aferrado, cuando había avanzado unas dos cuadras un remolino lo empujó haciéndolo chocar con un edificio.

-No te dejaré avanzar más- dijo con firmeza aquel chico con el cabello de un tono naranja rojizo.

-Y yo no dejaré que me detengas- respondió sonriente el rubio.

Sonríe (Mirio x reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora