COMENZANDO EL TERCER AÑO

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Narra _____:

Durante nuestro segundo año en la U.A. Mirio parecía más motivado de lo normal, siempre parecía tener algo importante que hacer, como si mantuviera constantemente algo en su mente.

-Yo ya debo de irme, nos vemos mañana- Tamaki se despidió de nosotros tres, después de un par de horas de entrenamiento en el gran parque cerca de casa de Mirio habíamos decidido tomar un pequeño descanso.

-¡Te acompaño Tamaki! Está comenzando a hacerse tarde y no quiero ser la tercera rueda- Nejire se paró con un salto y se aferró a Tamaki del brazo, lo que lo hizo sonrojar por su cercanía, él solo pudo asentir tímidamente.

-Tengan cuidado, nos vemos- me despedí, ambos se marcharon y me quedé a solas con Mirio.

-¡Bien! ¿Revancha?- Mirio se levantó de donde estábamos sentados y me ofreció una mano.

-¿Aún no estás cansado?- Ya llevábamos más de dos horas, mi condición había mejorado, pero no tanto.

-Tengo mucha energía aún, ¡vamos!- insistió como un niño pequeño y no me quedó más que aceptar.

La noche terminó por caer, el parque comenzaba a vaciarse y pronto, nosotros éramos los únicos restantes, no quería ni imaginarme la hora. Ambos terminamos por tendernos en el césped casi sin aliento por el entrenamiento.

-No puedo más- dije en un susurro por la falta de aire.

-Ni yo- su respiración estaba agitaba, ambos nos habíamos esforzado demasiado.

-Últimamente estás muy motivado para entrenar- me di media vuelta aún recostada para mirarlo.

-Sir quiere que mejore, espera grandes cosas de mi...- sonaba como si quisiera decir algo más, pero se retuvo a sí mismo -Me encomendó algo muy importante- lo mire con extrañeza, pues no sabía a que se refería.

-No puedes hablar de eso ¿verdad?- estiré mi mano para comenzar a jugar con su cabello.

-¿Cómo lo supiste?- Se impresionó notablemente.

-Te conozco desde los siete bobo- su mirada lo decía todo, podía ver como se retenía a sí mismo de hablar a pesar de querer hacerlo. Tomé sus mejillas entre mis manos y comencé a estirarlas.

-¿A que vino eso?- dijo riendo levemente mientras yo seguía jugando con sus mejillas.

-No me pidas que me resista- Tenía una manía con estirar sus mejillas. Seguimos hablando por un rato, éramos los únicos en el parque por la hora así que nos quedamos sentados en el pasto, pero eso se terminó cuando un héroe local nos encontró riendo y bueno... la situación podía mal entenderse, por lo que simplemente nos pidió que fuéramos a casa. Afortunadamente era uno de esos días en los que papá llegaba en la madrugada, así que no tuvimos problemas.

Al llegar a mi habitación encontré sobre la cama la sexta nota.

"Parece que te está yendo bien, eso me irrita...

Sigo sin creer que él tuviera tantas expectativas en ti, aún así te convertiste en héroe y bueno, tiraste todo a la basura."

Fruncí el ceño y volví a doblarla para guardarla en el cajón donde estaban las otras cinco, a quien sea que las haya escrito sin duda no le agrado, es preocupante que sepa donde estoy, que esa persona haya entrado a mi habitación para dejarla, cada vez me da peor espina...

Sonríe (Mirio x reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora