Sonríe (Mirio x reader)

CULPA

Narra _____

Haber arreglado las cosas con Mirio me había dado un poco de tiempo para respirar, y vaya que lo necesitaba porque los días que siguieron fueron como el infierno. Todos los pasantes involucrados en el caso de Eri quedamos fuera momentáneamente mientras se realizaba la investigación para encontrarla, durante ese tiempo; la incertidumbre, la impotencia y la frustración nos derrumbaron mentalmente. Mirio estaba mucho más serio y callado de lo normal, Tamaki y Nejire también estaban más concentrados y ni hablar de los chicos de primero, este es seguramente su primer caso real así que no dudo que estén mucho peor que nosotros. En mi caso el insomnio no me dejó tener una sola noche de sueño, así que me resigné y pase muchas de mis noches ya sea entrenando o investigando en noticias todo lo que pudiera, tomé tanto café que incluso comenzó a desagradarme el sabor de mi bebida favorita.

Algo en mi lo sentía

Aquel día, en que encontramos a Eri por primera vez, yo le dí una flor. Pensé que lo más probable es que esa flor se hubiera caído en el camino o que simplemente la hubiera perdido, pero...

Yo sentía, que ella la tenía aún.

Ni siquiera sé si eso sea posible con el alcance de mi don, aún así me gusta creer que una parte de mi sigue con ella y que no la he dejado sola.

Después de un poco más de una semana recibí un mensaje a una hora inusual de la madrugada. Mi primera reacción fue saltar de la cama y tomar el celular. Era Sir, por fin la habían encontrado, sentí que una carga se quitaba de mis hombros solo para ser remplazada por una aún más pesada. Tomé mi celular y la taza de café que me mantenía con vida a las 3 de la mañana y bajé, dónde sabía perfectamente que los demás estarían.

Afuera del edificio me encontré con Nejire, Tamaki y Mirio. Mirio ni siquiera podía mantener contacto visual con nosotros, su vista estaba clavada en su celular y en el mensaje que había recibido.

-Es tiempo- dije mientras ponía mi mano sobre la suya intentando darle consuelo.

-Las cosas comenzarán a moverse rápido mañana- apuntó Tamaki

-Hay que salvar a Eri- por primera vez en la noche me miró y asintió.

-Esforcémonos- exclamó Nejire mientras aún tallaba sus ojos.

Comenzábamos a entrar al edificio cuando Tamaki tomó mi taza de café -Yo me llevo esto- antes de que pudiera reclamarle tiró el café en el lavabo de la cocina -Necesitas una buena noche de sueño, mañana iniciamos temprano y ya tienes más ojeras que rostro-

No me agradaba pero era verdad -Pero no debiste tirarlo- le reclamé haciendo una mueca, tirar café simplemente se siente mal.

-Cuando esto termine y puedas dormir de nuevo prometo comprarte un buen café- Sonrió un poco y puso una de sus manos en mi hombro, Tamaki siempre ha sido muy bueno detectando cuando no me siento bien.

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No paso mucho para que la operación tomara forma. El día había llegado, a las 8:30 de la mañana estábamos reunidos frente al escondite de Chisaki para dar inicio. Papá también estaba ahí, sin embargo, durante todo el tiempo que había estado de vuelta realmente nunca pude hablar y arreglar las cosas con él, la sensación era rara pero creo que ambos sabíamos que ahora no era el mejor momento para hablar del tema.

Después de un breve momento de silencio, iniciamos la operación. Pero las cosas no salieron como pensábamos, ellos sabían que estábamos ahí, la puerta salió disparada y un sujeto con gran musculatura comenzó a atacar; el escuadrón de Ryukyu se encargó de distraerlo mientras los demás entramos corriendo.