CAMPAMENTO

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Narra_____:

Después de la semana acordada las pasantías terminaron, tuvimos clases normales por un tiempo hasta que se nos avisó de un campamento, solo irían las clases A y B, aún así estaba emocionada, cuando entré al curso de héroes me di cuenta que estaba bastante atrasada, el poder ganar combates no es todo lo que necesita un héroe y en los otros ámbitos los demás parecían tener cierta ventaja, entonces el campamento me ayudaría a regularizarme.

-Este es un lugar muy lindo ¿no crees Tamaki?- dijo Nejire mientras recorría con la vista el campamento completo.

-Quiero irme a casa- Tamaki había pegado la cabeza a un árbol y parecía no querer despegarse por nada del mundo.

-¿Como es que Nejire luce tan tranquila y descansada?- después de haber superado la prueba de llegar al campamento por nuestra cuenta enfrentando criaturas de barro, la mayoría de la clase A estaba hecha un desastre, incluyéndome.

-¿Tu ya estás cansada?- dijo Mirio burlón soltando una risa. Asentí esforzándome por no cerrar los ojos. Mirio y Tamaki parecían cansados también, tal vez no tanto, pero lo estaban, en cambio Nejire estaba como si nada, tenía algunos raspones aún así actuaba con la misma energía de siempre.

-Bien, vayan al autobús por sus cosas y luego vayan al comedor- La cara de fatiga de papá no podía ser más evidente.

Cenamos y tomamos un baño en las aguas termales, cuando la hora de dormir llegó nos separaron a chicos y chicas; aunque intenté dormir realmente no podía, por algún extraño motivo tenía insomnio, entonces solo un pensamiento recorrió mi mente.

Mirio

Negué con la cabeza aun recostada y me di un par de palmadas en el rostro, por más que quisiera verlo, seguramente el ya estaba dormido, me quedé a solas con mis pensamientos y terminé cediendo a algo que hasta yo sabía que era mala idea.

Nejire dormía plácidamente envuelta en su largo cabello, las otras chicas parecían estar igual, así que con mucho cuidado me levanté de tal manera que no hiciera ruido. Tomé unos dulces que había traído en mi mochila, pensé que si Mirio estaba dormido podría aprovechar para matar el insomnio comiendo algo. Sigilosamente salí de la habitación en la que estábamos y me dirigí a la habitación de los chicos.

Debo admitir que estaba algo paranoica, volteaba cada que escuchaba cualquier ruido insignificante y es que en verdad no quería ser descubierta, no me imaginaba que castigos se le podrían ocurrir a papá si me veía. A punto de dar la vuelta en un pasillo escuché un ruido detrás de mi, me volteé y al ver que no había nada me dispuse a dar la vuelta sin dejar de mirar atrás por si alguien venía.

Al dar la vuelta sentí que mi cuerpo había chocado con algo, iba a gritar, me había tomado desprevenida, al regresar mi vista al frente me encontré con una cabellera rubia que al ver que estaba a punto de gritar cubrió mi boca con su
enorme mano, una vez me había tranquilizado quitó su mano.

-Mirio ¿Qué haces despierto?- le pregunté susurrando.

-¿Qué haces tú despierta?- me tomó de la mano y comenzamos a caminar hacia afuera del edificio.

-Tengo insomnio- ambos estábamos alertas de no ser descubiertos.

-¿Por eso ibas a la habitación de los chicos?- dijo sonriente sabiendo que me había descubierto.

-Y tú ibas a la de las chicas ¿o no?- sonreí triunfante.

-Me atrapaste, quería verte- cuando finalmente salimos nos adentramos en el bosque y nos sentamos en un lugar que parecía cómodo.

Sonríe (Mirio x reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora