Recuerdo #24

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El timbre de la puerta suena mientras un muy emocionado InuYasha esparce salsa catsup sobre esa deliciosa rebanada de pizza... Sin duda se trata de Sesshomaru.

InuYasha: ¡¡VOOOOYYYY!!

Los golpes a la puerta son fuertes e incómodos... ¿No lo va a dejar comerse su pizza?

¡¡Pues tendrá que verlo comer!! Por impaciente.

Camina a abrir la puerta, dispuesto a decirle unas cuántas cosas... Más no se siente capaz... Porque una vez más lo percibe triste.

Vaya... Quién lo diría, que el poderoso demonio del Sengoku, el inexpresivo y sanguinario, ahora esté todo el tiempo triste y deprimido. Tratando de adaptarse a un estilo de vida entre humanos, algo que jamás le ha agradado.

Pensar que, aunque lo niegue, lo hace por ella.

Pero no puede ser descortés por más tiempo y sólo observarlo.

El mayor de los hermanos frunce el ceño, incómodo, al escuchar la discusión que tienen los vecinos de InuYasha, una pareja que al parecer vive en el departamento de al lado... Mientras el híbrido sólo lo ve con cara de idiota.

Homura: (Molesto) ¡Deja de ver a ese tipo!

Tamano: Es que... Creo que iba conmigo en preescolar.

Homura: (Paranoico) ¡¡Siempre dijiste que no habías cursado el preescolar!!

Tamano: (Un poco nerviosa) Bueno... Jejeje... ¿Te dije eso?

Homura: ¡¡Mejor admite que te gusta ese desconocido que se parece al vecino raro!!

Tamano: (Suspira) ¡¡Noooo!! Sólo es alguien desconocido y por eso lo veía, ¿Cuál es el problema?

Homura: ¡¡Entonces lo hubieras visto sólo un instante!!

Tamano: No es como que lleve horas observándolo.

Homura: (A punto de llorar) Soy tu esposo, debes verme sólo a mi.

Ignorando la discusión de los vecinos, que en verdad era algo muy común que ocurría de vez en diario, al fin el menor de los hermanos habla.

InuYasha: (Suspira) Pasa, Sesshomaru.

¡¡Vaya!! Hasta que el mil veces estúpido se digna a invitarle a pasar.

Cuando al fin está dentro ve al mitad bestia cerrando la puerta y frunce el ceño al ver lo que lleva en la mano.. ¿Por qué se la pasaba comiendo porquerías? Parecía perro callejero de esos que comen cualquier cosa de la basura.

Pero ese no es el motivo de su disgusto, sino el estar escuchando toda la maldita tarde el maldito sonido del maldito teléfono.

Luego de que Sesshomaru ingresa al departamento, InuYasha "discretamente" se asoma al exterior... Esa pareja todo el tiempo discutía... En fin, intentando no parecer muy chismoso cierra la puerta e intenta hacerle plática a Sesshomaru.

InuYasha: (Voltea a verlo) ¿Cómo....?

¡¡Ya se había tardado el infeliz!!

Un puñetazo impacta en su cara y le hace caer al suelo... ¡¡PEROOOO!! Afortunadamente tiene unos excelentes reflejos, o mucha suerte quizá, puesto que la rebanada de pizza está a salvo en su mano aún.

InuYasha: (Suspira al ver la pizza y luego ve con disgusto a su hermano) ¡¡Oye qué te pasa!!

Sesshomaru: Tengo un par de asuntos que discutir contigo, pero antes usaré tu baño. Espero tengas la decencia de haberlo lavado.

Recuerdos de otra vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora