Recuerdos de otra vida

Recuerdo #26

InuYasha: ¿Crees que va a estar bien sin ti?

Sesshomaru: Tiene una familia que cuida de ella InuYasha, no me necesita.

InuYasha: Eso es ahora... Digo, ella crecerá y tal vez sienta su vida vacía.

Sesshomaru: Sabes bien InuYasha, que conmigo nunca será feliz.

InuYasha: Y sin tí tampoco.

Sesshomaru: Su tranquilidad y seguridad valen más que mi egoísmo.

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Otro maldito auto tocando el claxon desesperadamente... ¡¡Maldición!! Una vez más estuvo a punto de chocar.

Pero aquella conversación con el híbrido le ha mantenido pensativo. Es verdad, la pequeña Rin de esta época crecerá, al pasar de los años, por el motivo que sea, estudio, trabajo, matrimonio, se alejará de su familia... Pero... Ella es tan fácil de amar... Si el imbécil que esté a su lado no la valora tal vez lo asesine con sus propias manos... Pero no aparecerá en su vida de nuevo.

¿Qué no será feliz?... Basta recordar esa sonrisa y esa amabilidad, la emoción con la cual habló de su abuelo... Ella es feliz, y será feliz... Porque ella es luz y es amor. Porque su sonrisa debe permanecer siempre en su rostro y jamás volver a derramar una lágrima por un maldito como él.

Los minutos transcurren y el tráfico no avanza... ¡Seguro Irasue ya está en su casa!... Voltea a ver hacia un costado... Algunos niños caminan con sus padres, llevan algodones de azúcar, dulces, juguetes, usan máscaras... ¿Qué demonios ocurre?

Desciende de su auto, al igual que la mayoría de los conductores... Es un desfile... Con botargas de gran tamaño, gente disfrazada, figuras enormes de dragones, supuestos demonios de la mitología local, y un sin fin de ridiculeces para llamar la atención.

Ingresa de nuevo, sacando de su bolsillo su teléfono celular para llamar a su madre. ¿Qué demonios quiere?... No tarda en aventarlo contra el asiento del copiloto. Está descargado.

¿Cuánto demorará esto?... Enfoca su mirada en el llavero que se encuentra cercano a su mano... Una estrella morada y el nombre de Rin.

Dirige su vista al frente, suspira y va al exterior de nuevo a ver el desfile... Porque aunque a él no le llame la atención, a ella si.

Sin duda a Rin le encantaría ver esto... Estaría emocionada, sonriendo y tomando su mano con fuerza... Como aquella ocasión.

---Recuerdo #26---

Al llegar al palacio de su madre, inmediatamente solicitó la presencia de Jaken... Le ordenó llevarle comida a Rin y comprarle un kimono para un festival... El más bonito que encontrara, sin importar el costo, así como cualquier cosa que pudiera gustarle a ella.

Afortunadamente su madre no se encontraba presente, no en esa área del palacio al menos. Seguro haría algún comentario absurdo para hacerlo enojar.

De entre sus ropas saca ese accesorio que llevó para regalarle a Rin, pero no se lo entregó... Quizá en otra ocasión.

...

Rin se siente feliz por todo lo ocurrido un rato atrás, pero a pesar de ello, luego de un par de horas su estómago demanda alimento de una forma muy ruidosa... ¡¡Tiene mucha hambre!! No ha comido en casi seis días, salvo un calabacín pequeño que les daban a diario en el campo de cultivos en recompensa por el trabajo.

Al igual que otros días tal vez sea mejor dormir, de esa manera ya no sentirá hambre, y en sus sueños volverá a ser feliz al viajar con su amo y sus amigos.