Recuerdo #34

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Que Irasue hiciera una llamada era poco frecuente. Que lo hiciera para preguntar cómo se encuentra era por de más extraño.

¿Cómo debería estar? ¿No se supone que el propósito de esto era mantenerse ocupado? 

Pero es inútil.

Por más que busca enfocar su mente en algo más, el recuerdo de Rin sigue presente cada día... Y el anhelo de ir a buscar a aquella niña y verla al menos a distancia una vez más, a veces le hace creer que cometerá un acto desesperado.

Un error, un momento de furia y un arriesgado trato han derivado en esto.

¿Debería en verdad creer en aquellas predicciones?

Es mejor retirarse a descansar. O al menos simular hacerlo. Porque en realidad el peor momento de sus día son justamente las noches. Esas noches en que su solitario y frío existir le hacen añorar aún más el tenerla a su lado.

Esa niña...

Esa canción...

Su voz...

¡¡ELLA NO ES RIN!!

Alguien llama a la puerta de la oficina y qué bueno que lo hiciera, porque en verdad estaba a punto de dar un golpe al escritorio y seguro lo rompería con todo lo que hay en él.

Autoriza su ingreso, y para su desgracia se trata de ese tipo.

Sesshomaru: (Serio) ¿Qué quieres?

Naraku: Joven, no quiero interrumpir su arduo trabajo, sin embargo, es tarde y la gran mayoría de los empleados ya se han retirado.

Sesshomaru: (Molesto) Eso ya lo sé.

Naraku: Su progreso es sorprendente. Probablemente en unos días más ya no requiera mi asistencia.

Sesshomaru: Genial.

El hombre de cabellos oscuros y rizados lo observa con cierta sorpresa. Ya había notado que no le agradaba del todo su compañía, sin embargo no pensó que expresara tan abiertamente su deseo porque se marchara pronto.

Naraku: Me alegro por usted.

Sesshomaru: (Suspira) Sé directo. ¿Por qué estás aquí?

Naraku: (Sonríe) Ha identificado perfectamente mis intenciones. ¿Sabe? El mundo de los negocios no se limita únicamente a una empresa de telecomunicaciones.

Recordaba algunos comentarios que había hecho su madre respecto a él, por tanto no le extrañan del todo sus palabras.

Sesshomaru: ¿Y eso qué quiere decir?

Naraku: Me he asociado con un viejo conocido y he abierto con su ayuda un nuevo club en la ciudad. Hoy es la inauguración y usted y algunos miembros del personal están cordialmente invitados.

Sesshomaru: ¿Club?

Naraku: Ya sabe... Un lugar donde pasar un rato agradable. Beber un trago mientras charla con una buena compañía. Me sería muy grato que pudiera estar presente.

Sesshomaru: (Bufa) No me interesa.

Naraku: ¡Oh vamos! Es sábado por la noche, el día de mañana no hay mucho que hacer. Además, su hermana me habló sobre usted y la lamentable situación que pasó y me pidió que lo llevara a divertirse.

¿Qué hizo qué?

Sesshomaru: (Frunce el ceño) ¿Qué te dijo respecto a mi?

Naraku: (Nervioso) No quisiera incomodarlo al hacerle recordar.

Recuerdos de otra vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora