Recuerdo #40

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Kirinmaru observaba atento a esa mujer que comía algo interesante, que hasta el momento para él es una cosa desconocida pero bastante atractiva: una rebanada de pastel de chocolate con una cereza en la parte superior. Pero claro, por sus poco frecuentes andares en el mundo humano, él no sabía de qué se trataba ni por qué tenía esa textura tan rara.

Ella al percatarse de que alguien la observaba enfocó su mirada en ese hombre, nada feo por cierto, y pudo notar que no se encontraba solo. Una pareja de personas con cabellos plateados le acompañaban y no es difícil adivinar de quiénes se trata: Sesshomaru e Irasue.

Quizá debería acercarse y saludar, pero su acompañante por el momento se encuentra ausente... ¡¡Y qué mejor!!

Kirinmaru intenta comer, con desagrado y únicamente por educación, esas hojas llamadas ensalada... No le gustan.

Irasue continúa conversando con él mientras Sesshomaru bebe y parece ausente. 

Ante los ojos de cualquier persona ellos podrían parecer un grupo de amigos que cumple con los estándares normales. Conversan mientras comen sin perder su elegancia... Más sólo ellos saben que sus conversaciones se enfocan en el pasado y sucesos sobrenaturales que no son tema de asombro ni misterio, sino vivencias del pequeño grupo.

Una presencia humana se acerca e Irasue no tarda en reconocerla... Esto no va a acabar bien.

Nazuna: Hola jefa, jefe y caballero.

Irasue: (Sonrisa irónica) Nazuna, ¡Qué gusto verte!

Nazuna: (Toma asiento) Me alegra verla por aquí jefa. ¿Vino a visitar a Sesshomaru?

Irasue: (Suspira) A veces no quedan otras opciones.

Nazuna: Claro... (Mostrando evidente interés) Veo que hay un socio nuevo.

Irasue: No, sólo es un viejo amigo.

Nazuna: Aaah... (Extiende su mano) Encantada, mi nombre es Nazuna. Trabajé con Irasue y ahora con Sesshomaru.

Kirinmaru se siente demasiado incómodo y molesto con tal situación. ¿Cómo se atrevía una simple humana a hablarle de esa manera a él?

Irasue: Es extranjero, y además algo tímido.

Nazuna: Oh, ya veo... 

Sesshomaru mantiene su rostro apoyado sobre su puño derecho y la mano izquierda reposa sobre la mesa, mueve sus dedos mientras ve hacia otra dirección a espera de que todo esto termine.

Nazuna: (Observando su mano) Jefe, ¿Cómo siguió de su herida?

¡Mierda!

Esta maldita sólo venía a causar problemas.

Sesshomaru de inmediato baja su mano derecha y la oculta bajo la mesa, al igual que la izquierda.

Irasue: (Intentando distraerla, sin perder su tono irónico) ¡Qué lindo luce tu cabello hoy!

Nazuna: ¿En verdad?

Irasue: Claro. Los rizos en el cabello siempre lucen bien. ¿No lo crees? Kirinmaru.

El hombre de cabello rizado en tonos rojizos dirige una leve mirada a la muchacha humana. ¿Qué es lo que pretendía Lady Irasue? ¿Qué se rebajara a hablar con ella? ¿Con alguien de un estatus mucho más bajo? ¿Con quizá, lo más bajo de las especies pensantes? ¡¡Jamás!!

Por si no fuera poco alguien más se aproxima.

Naraku: Buenas tardes señorita Irasue, joven Sesshomaru, caballero... Eh, Nazuna, te estaba buscando.

Recuerdos de otra vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora