Recuerdo #25

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Luego de algunos minutos, tras intentar calmar sus paranoias, aferrándose a la idea de que todos son pensamientos torcidos de su mente, intentando convencerse a si mismo de que Rin está bien, de que todo estará bien, pues su padre la adora y seguro está, no permitirá que nadie le haga daño, al fin respira un poco tranquilo.

Esta vez Rin tiene una familia, y lo mejor es que sea feliz junto a ellos, que él no entorpezca su vida en ningún momento, lo mejor es que no aparezca sólo para hacerla sufrir una vez más y conducirla a un desastroso destino.

InuYasha comienza a incomodarse, los silencios reflexivos de Sesshomaru eran lo peor del mundo, ya lleva como diez minutos evitando hacer contacto visual con su hermano mayor, viendo hacia la pared, en momentos hacia el techo, rogando a todas las religiones que existen hoy en día que no vea la telaraña que allí se encuentra.

Sesshomaru: (Suspira) Sabes que ese árbol se mantiene vivo gracias a la energía demoniaca.

InuYasha: Ah... Si...

No es necesario preguntar nada, sabe a qué se refiere, a su preciado árbol en el cual se encontraba cuando la pequeña Rin lo encontró herido... Hoy en día se mantiene verde y frondoso gracias a los poderes demoniacos y hechizos... No hay otra manera de mantenerlo vivo. 

Recordar la magnitud de la destrucción en aquél momento duele.

Sesshomaru: Vine a entregarte lo que necesitas para el conjuro. Cada semana tienes que hacerlo InuYasha, sin falta.

InuYasha: (Confundido) Oye, pero... Aún falta tiempo...

Sesshomaru: Me iré este fin de semana.

InuYasha: (Grita) ¿POR QUEEÉ? (Sesshomaru lo ve feo y ahora susurra) ¿Por qué?

Sesshomaru: Porque no quiero volver a encontrarla y alterar nuevamente su destino.

InuYasha: Sesshomaru pero ¡¡No estás alterando nada!! Si el destino lo marca así no puedes hacer nada en contra.

Sesshomaru: No creo en esa porquería.

InuYasha: ¿Crees que va a estar bien sin ti?

Sesshomaru: Tiene una familia que cuida de ella InuYasha, no me necesita.

InuYasha: Eso es ahora... Digo, ella crecerá y tal vez sienta su vida vacía.

Sesshomaru: (Afectado) Sabes bien InuYasha, que conmigo nunca será feliz.

InuYasha: Y sin ti tampoco.

Sesshomaru: Su tranquilidad y seguridad valen más que mi egoísmo.

InuYasha: ¡¡No es egoísmo...!!

Sesshomaru: ¡¡CÁLLATE!! Y no intentes hacerme cambiar de parecer porque sabes que no lo haré.

Ahora quien guarda silencio es él... ¿Tanto le afectó ese encuentro con Rin? La niña no tenía ni idea de quién era él, además... Está seguro de que por más que Sesshomaru lo evada, tarde o temprano la vida los volverá a unir, porque es el destino de ambos, siempre lo fue, y no está en manos del oráculo ni de ningún guardián... Es el profundo amor que tuvieron, el cual prevalece, y será el que cruzará sus caminos una vez más.

Pero quizá por ahora sea lo mejor para Sesshomaru, estas cosas lo ponen mal, y no lo culpa... Perder a la mujer que amas es...

Sesshomaru: (Voltea a verlo) ¿Qué te pasa?

InuYasha: (Frotando su ojo izquierdo) Conjuntivitis.

Al fin limpia esa lágrima que amenazaba con caer, y una duda surge en él.

Recuerdos de otra vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora