9. Comienzo.

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El fin de semana se ha pasado volando, todo ese tiempo me lo pasé pensando en el trato que he hecho con Kilian. El lunes ya llegó, Kilian no me dio señales de empezar con nuestro acuerdo, tal vez tengo suerte y el se olvidó de nuestro trato o se arrepintió.

Voy a clases y me siento en mi lugar. Al mirar hacia mi lado noto que el aún no llega. Cuando estoy por alegrarme lo escucho hablar.

- Buenos días Diamantito – antes eran buenos días.

- Buenos días Principito.

- No te olvides que hoy comienza nuestro trato.

- Cómo olvidar semejante evento. – respondo sarcásticamente.

***

Regreso a mi casa, subo a mi habitación y me tiro en mi cama a descansar. Cuando mis ojos se están cerrando y mi mente se encuentra en paz mi teléfono suena. Al revisar quien es me sorprendo, el Principito me ha enviado un mensaje pero, ¿Cómo consiguió mi número?

Número desconocido:

- Hola Diamantito.

- Sal de tu casa te estoy esperando afuera para que empiece nuestro trato.

Me levanto de mi cama y me asomo por la ventana, el realmente está ahí esperando junto a su auto rojo deportivo, con unas gafas se sol en su cara y  una ropa de chico malo seductor. Ya no puedo escapar de esta situación. Agarro de nuevo mi celular y le respondo.

- Okey Principito en un minuto salgo.

Voy a mi armario y me saco mi uniforme para ponerme ropa más cómoda. Cómo todavía hace calor me pongo unos shorts de jean y una blusa manga corta color rosa.

Bajo y le digo a Piero que me voy y que en un rato vuelvo. Abro la puerta y Kilian me espera. Al verme se quitó sus gafas de sol.

- Por fin saliste.

- Si acá estoy, empecemos de una vez con eso. - digo desanimada.

- Okey no te emociones.

- No lo digo emocionada.

- Recuerda que esto es para llevarnos bien no para odiarnos aún más.

- Si si lo recuerdo. Ahora dime cuál es tu plan.

- Okey. Nuestro primer intento de ser amigos va a ser yo enseñándote a ti a conducir.

No puede estar hablando en serio.

- ¡Que! ¿Estás loco? ¿Enseñarme a conducir?

- ¿Por qué? Ya es hora de que aprendas, no vas a tener toda tu vida a tu chófer.

Doy vuelta mis ojos – Está bien hagámoslo.

- ¡Genial esa es la actitud! vas a ver qué te divertirás mucho.

Ambos entramos en su auto, yo me siento en el lado del conductor y el del acompañante, abrochamos nuestro cinturones y la lección comienza. Realmente estoy nerviosa nunca he conducido antes.

- Muy bien comencemos.

Kilian empieza a darme las indicaciones y yo las realizó con mucho cuidado ya que no quiero dañar su auto.

- Pisa el embrague y sin soltarlo pon la palanca de cambios en primera.

Sigo su indicación y el continúo.

- Luego lentamente comienza a pisar el acelerador y al mismo tiempo comienza a soltar el embrague.

Luego de que suelto el embrague el auto comienza a moverse lentamente, no lo puedo creer realmente estoy conduciendo y mi cara hace notar mi emoción.

- Lo ves Diamantito te dije que sería divertido.

- Si lo tengo que aceptar Principito esto es divertido.

Continuamos con la lección, mientras el auto avanza voy tomando más confianza y pierdo mis nervios. Damos un par de vueltas por el vecindario mientras conversábamos.

- Entonces Diamantito ya que conduces muy bien puedo llevarte de fiesta conmigo y dejarte como la conductora asignada.

- Claro vamos de fiesta y solo tu te diviertes.

- Es que no te ves como una persona que se divierta tanto en esos lugares.

- No sabes nada de mí.

- ¿A si? A ver ¿A cuántas fiestas as ido?

- A muchas.

- Sin contar a las que fuiste con tus padres.

Maldito Principito tu si que sacas todo.

- Bueno en ese caso… 2 o tal vez 3.

Comienza a reír.

- ¿De que te ríes?

- De nada, yo también fui a 2 o 3… la semana pasada.

Claro que sí el es un chico muy popular es obvio que va de fiesta en fiesta.

- Búrlate todo lo que quieras, no me importa. – contesto ignorándolo.

- Oye yo solo quería conversar, no era mi idea que te enojaras.

- Okey está bien.

El me mira unos segundos mientras yo conduzco.

- ¿Qué? – pregunto al notar su mirada.

- Creo que ya se lo que a ti te hace falta para sacar tu mal humor.

¿Mal humor? Soy un poco fría con el pero no soy malhumorada.

- ¿A si? ¿Qué?

El da vuelta su cabeza hacia la ventanilla y responde – Amor.

Al oír esa palabra freno de golpe el auto, quiero no enfadarme pero lo termino haciendo.

- ¡No olvides tu promesa!. No debes seducirme.

- Ey tranquila no te estoy seduciendo. Te estoy hablando como un amigo.

- Mmm está bien.

Vuelvo a poner el auto en marcha para así llegar a mi casa y terminar con la lección por lo menos por este día. Kilian no aguanta el silencio.

- De veras te lo digo. Tu deberías busca a alguien que te ame. De veras eres muy linda, lo dijo como amigo no enloquezcas.

El realmente me acaba de decir que soy linda, no se porque pero eso tiene una gran reacción en mi pero no lo quiero demostrar.

- Yo no necesito una persona que me diga que me ama, para eso tengo a mi familia. Además, no quiero estar atada a alguien.

- No se trata de eso.

En un segundo el se desabrocha su cinturón y se acerca a mi. Eso me aceleró el corazón.

- Tal vez a ti tan solo te hace falta un beso que haga cambiar tus ideas.

Los nervios de tenerlo tan cerca me han hecho olvidar que estoy conduciendo. A medida de que el se acerca yo pierdo aún más el control de mi misma. Nuestro rostro quedan frente a frente.

Kilian habla – Gemma…

El se está terminando de acercar a mi. En ese momento sentimos un fuerte golpe.

Oh oh.

Creo que me acabo de meter en un gran problema.

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Nota: ¿Que creen que paso?
¿Kilian logrará cumplir su promesa de no seducir a Gemma?
No olviden comentar que les pareció el capítulo.
Muchas gracias por leer.
Lo quiero mucho.

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