JAMÁS PASARÁ

13. La Dueña.

Estoy caminando por los pasillos del colegio conversando con Agy.

- ¡Entonces te besó!

- Shhhh – la intento callar antes de que toda la escuela se entere de lo que estábamos hablando. - no porque apareció la bibliotecaria.

- Oh qué mal.

- Si que bien. – abrí grande mis ojos - Yo tampoco pensaba permitir que me besara.

- ¿Por qué no? Si es muy lindo.
- Porque dejamos bien en claro que seremos amigos.

En medio de nuestra conversación alguien me toma del hombro y me hace girar. Al girarme veo a una chica rubia de ojos marrones los cuales me miran con desprecio y a su lado una chica con muchos rulos que al parecer está de compañía. La chica rubia es la misma que abrazaba fuertemente a Kilian el día que lo moje con jugo de naranja, la tal Isabel.

- Tengo que hablar contigo. – Parece molesta.

- Okey – respondo– pero primero que nada hola y segundo no hacía falta que me jales del hombro así.

Ignora por completo lo que dije y continúa – vengo a hablar de Kilian.

- ¿Qué paso con el?

- Te quiero aclarar que es mío.

Eso me desconcierta.

- Está bien, te felicito. – intento ignorar lo que me acaba de decir -  Si solamente era eso creo que nuestra conversación terminó.

Trato de irme pero ella vuely a agarrarme del brazo.

- No, no termino, te quiero aclarar que no quiero que te acerques a el.

- Mira Isabel tu novio no me interesa en lo más mínimo así que ahórrate la vergüenza.

¿Estás segura de que no te interesa?

NO.

- Yo conozco bien la las como tú. – me señala con el dedo - Buscan al primer chico que se los cruza, tan solo quieren que alguien les quite la virginidad.

Al parecer todos se daban cuenta que yo era virgen ¿Tan obvio es?
Igualmente no me quedare callada ante su comentario.

- ¡Mira no voy a dejarte que me trates así!. – ahora si toda la escuela se enteró de que estábamos discutiendo pero no me importa -  Yo no soy de esas que tú dices, yo si tengo dignidad, eso que estás perdiendo tu al darme este sermón.

Muy bien dale lo que se merece a esa perra.

- Yo solo te digo que si no quieres ganarte una enemiga te alejes de el.

- Estás loca Isabel. No me importan tus amenazas.

- Aún no sabes lo que soy capaz de hacer. Aléjate de el  o si no…

Justo cuando esta por terminar su frase una sombra varonil se interpuso entre nosotras.

- ¿O si no que? – la vos de Kilian corta con la respiración de Isabel. - ¿Qué está pasando?

- Oh hola Kilian. – su voz ahora es más dulce - Nada no pasa nada Gemma y yo solo  estábamos conversando. Cosas de chicas.

- Pues a mí me parece que la estabas amenazando.

- ¿Cómo puedes creer eso de mí?
Ante la falsedad de Isabel yo ya no puedo aguantar más esa situación. Así que me voy de ahí.

- Okey yo ya me voy. – salí al patio a tomar aire.

Me paro dándole la espalda a un árbol y respiro profundo. No se exactamente lo que acaba de pasar. Primero estaba hablando con Agy, luego discutiendo con Isabel y por último Kilian me defendió de esa bruja, aunque al parecer por lo que ella me dijo son novios, lo cual no me esperaba.

¿Por qué no me dijo que eran novios? ¿Y porque me afecta?
Si Isabel era tan segura de si misma ¿Porque teme que yo le quite a su novio? ¿Qué le hacía pensar eso?

Kilian aparece detrás del árbol y se para en frente mío. Y yo que pensé que se había ido tras Isabel.

- Aquí estás Diamantito.

Tan solo le doy una sonrisa falsa.

- ¿Qué te dijo Isabel allá adentro?

- Nada. – digo secamente.

- ¿Qué te dijo?

- Nada. – intento irme pero el me toma de la cintura y me arrincona contra el tronco del árbol. No tengo forma de escapar.

- No puedes irte antes de que arreglemos esto. Dime qué te dijo.

- No es importante Kilian.

- Pues para mí si lo es por favor dímelo.

Sus ojos azules se clavan en los míos, mi ser parece estar debilitándose con cada segundo, no podía luchar contra eso. Trago grueso y me decido a responderle.

- Solo me dejó bien en claro que ella es tu dueña y que no quiere que me acerque a ti.

- ¿Ella te dijo eso? no lo puedo creer. – parece enfadando.

- Si. Nunca me dijiste que tenías novia.

- Porque no tengo. Isabel se creo esa idea de que le pertenezco solo porque me acosté con ella un par de veces. – no quería saber esa parte - Pero eso no significó nada para mí. – eso tal vez si.

- Está bien no tienes que explicarme nada.

- Si siento que debo explicártelo. No quiero que pienses cosas malas sobre mi.

- Okey Principito te creo. – le di una sonrisa está vez verdadera.

- Gracias Diamantito. De verdad lamento lo que pasó.

- No te preocupes ya pasó.

- ¿Paso algo más?

Me sonrojo un poco y agacho mi cabeza -  También me dijo que yo solo buscaba a alguien que me quitará la virginidad .

El suelta una mini carcajada – No le hagas caso siempre es así.

- Es imposible no hacerle caso con todo lo que me dijo.

- Oye no voy a dejar que eso te desanime. – toma mi mentón con su mano y me hace levantar la mirada.

Otra vez la misma situación se repite: su cara se acerca cada vez más a la mía, pero ahora sumado a una de sus manos sosteniéndome de la cintura y la otra en mi rostro. Mis piernas se empiezan a ablandar, nuestras respiraciones se sincronizan y nuestra miradas están unidas.

- ¿Por qué te preocupas tanto por mi? – susurro.

- No lo sé, simplemente lo hago.

Está vez no lo estoy imaginando el realmente quiere besarme. Pero al instante en el que se inclina decidido algo dentro de mi no quiere que eso pase. Me libero de sus brazos rápidamente.

- Debo irme mi clase empezará dentro de muy poco y no quiero llegar tarde. Luego hablamos. Adiós.

Salí prácticamente corriendo dejándolo parado junto al árbol. Por tercera vez trato de besarme pero está vez fui yo quien lo detuvo.

Quizás tengo miedo, no lo sé.

______________________________________

Nota: A veces el miedo nos puede jugar en contra no creen.

Muchas gracias por leer mi historia.

No se pierdan el próximo capítulo.

Muchos besos Diamantitos.