Estoy en la hora del recreo, cuando me encuentro saliendo del salón Simón se cruza en mi camino.
- Hola Gemma ¿Qué tal?
- Hola Simón bien ¿Y tú?
- Me alegro, bien bien. Perdón que te haya interrumpido en el recreo pero quería preguntarte algo. – agacha su cabeza nervioso.
- Calma no me molesta ¿Qué quieres preguntarme?
- Ehhh… yo … quería saber ¿Si tal vez querías ir conmigo de paseo?
Realmente me sorprende su propuesta ya que nunca me imaginé que el pudiera invitarme a salir ya suele ser muy reservado.
Simón es muy tímido e inseguro, lo contrario a Kilian. Pero también es muy lindo tiene cabello castaño oscuro y unos ojos color almendra.
- ¿Gemma? – Simón nota mi cara de sorpresa ante su pregunta – Si no quieres no pasa nada.
- No no Simón disculpa que no te respondí. Si quiero ir de paseo contigo.
No me parece mal idea salir con el, no le veo nada de malo.
- ¿De verás? – una sonrisa enorme se dibuja en su rostro.
- Si de verdad – también sonrió pero un poco más tranquila.
- ¿Te parece si vamos a tomar un helado?
- Si me parece genial ¿Cuándo?
- Este viernes podía ser.
Al instante recuerdo mi trato con Kilian.
- Podemos ir después de la escuela. – continúa Simón.
Eso me tranquiliza ya que iríamos por la tarde entonces por la noche podría ir con Kilian.
Realmente toman enserio su trato. Que orgullo.
- Claro eso sería genial.
- Muy bien entonces el viernes después de clases. Ahora te dejare en paz para que sigas disfrutando del recreo.
- Está bien – me reí.***
Otro viernes volvió a llegar. Con Kilian fuimos dos días más a la biblioteca y terminamos nuestra tarea de literatura, no volvimos a tener otro episodio como el del lunes, mejor ya que la bibliotecaria iba a matarnos si se repetía.
Como acepté salir con Simón me encuentro sentada en la banca de un parque mientras espero a que el traiga nuestros helados ya que se ofreció a ir solo por los dos, la heladería no está muy lejos así que no tardará tanto.
El día está muy bonito a pesar de que el otoño se acerca. El parque al que hemos decidido ir es muy grande y hermoso. Mientras contemplo mis alrededores mi teléfono suena, me fijo en la pantalla y veo que tengo un mensaje de un número desconocido, Kilian no puede ser porque ya lo he agendado pero aún así abro dicho mensaje. El cual es muy extraño.
Número desconocido:
- Nadie es como tú y ese es el poder. Aferrarte a lo que te hace bien.
Al leerlo me quedo muy confundida ya que no entiendo porque un desconocido me manda un mensaje tan extraño, parece una clase frase motivacional pero aún así sigo sin entenderla. Justo cuando estoy en ese enigma Simón reaparece y ve mi cara de confusión mientras miro mi celular.
- Hey Gemma ¿estás bien? Pareces desconcertada.
- Eh… yo si estoy bien solo estoy confundida. – a pesar de que le respondo no alejo mi vista de la pantalla de mi celular.
- ¿Le paso algo a tu teléfono?
- No exactamente. Solo me llegó un mensaje extraño de un extraño.
A él no le parece preocupar y encoge sus hombros – tal vez sea un número equivocado.
En este momento el comentario de Simón aparenta ser el más sensato a si que mejor ignoro el mensaje de una vez. Levanto la vista y guardo mi teléfono de nuevo en mi bolsillo.
- Oh veo que trajiste nuestros helados – me entusiasmo.
- Si espero que te guste, lo elegí pensando que te gustaría.
- Seguro que si – agarro el que me toca. Pero al probarlo me doy cuenta de que el sabor no es tan agradable.
Mi lengua se retuerce por la acidez y mi garganta comienza a molestarme por lo picante. Esta verdaderamente muy horrible pero no puedo decirle eso a Simón que me lo ha traído con sus mejores intenciones. Entonces intento contener mi cara de disgusto.
- ¿Y que te parece? – está expectantede mi respuesta.
- Está… eh… bueno – miento - ¿de que es?
- De limón y menta.
¿Limón y menta? Que clase de persona le gusta esos sabores y encima juntos. Toda mi vida odie el sabor menta, en cualquier cosa, ni siquiera logro comer chicle sin que me den náuseas y el limón no es de mi agrado por su acidez. Pero claro el no lo sabe.
Tal vez si hubieras venido con Kilian el te hubiera comprado un helado mas rico.
Tu no sabes nada conciencia.
- Espero que te halla gustado.
- Si me encantó gracias – vuelvo a mentir.
Estuvimos un rato más recorriendo el parque. Cuando Simón se distrae mirando una estatua yo aprovecho y tiro el helado, se que no se debe tirar la comida pero ya no puedo seguir ingiriendo esa tortura congelada.
Luego de un rato decidimos volver a casa, a Simón le ha prestado su padre su auto así que se ofrece llevarme a lo que acepto. Nos pasamos todo el camino escuchando canciones y criticándolas lo cual es divertido.
Al llegar a la entrada de mi casa el decide bajar del auto y acompañarme hasta la puerta.
- Espero que lo hayas pasado bien. – comenta.
- Si la pasé increíble, gracias por invitarme.
- Me alegro que te haya gustado. Si no te importa algún día podríamos.
- Si podríamos salir de nuevo. – le ganó antes de que termine de hablar.
Eso parece alegrarlo.
- Que buena noticia.
Ambos sonreímos y en ese instante el aprovecha para acercarse más a mi (muy muy cerca) fue ahí cuando me doy cuenta.
Oh no, creo que te están queriendo besar de nuevo.
Mi cerebro me hace reaccionar y en un segundo sin darme cuenta me encuentro ya del otro lado del marco de la puerta alejada de Simón. Volví a escapar de un chico. El no parece molestarse y simplemente se despide.
Entro en mi casa, todo parece estar normal, me dirijo a la cocina y allí están Piero y Ángeles riendo mientras acomodan, se la están pasando bien.
- ¿Hola? – saludo entrando en la cocina.
Ambos se sorprenden al verme.
- Hola Príncipessa – Piero es el primero en responderme.
- Hola Gemita – Ángeles también me saluda. Ella ha comenzado a llamarme Gemita hace unos días y eso no me molesta.
- Veo que se estaban divirtiendo – levantó mis cejas.
- Solo estábamos limpiado – Piero sonríe.
Ángeles se sonroja un poco y tan solo asiente con su cabeza para luego salir de la cocina para seguir con su trabajo.
Apenas se va aproveché para interrogar a Piero.
- Te gusta ¿no?
- ¡Príncipessa!
- Okey okey – levanto mis manos en señal de inocencia – solo preguntaba.
Piero da vuelta sus ojos y cambia de tema.
- Ya pensaron que van a hacer de cenar con tu hermano.
- Se supone que tú siempre te encargas de eso.
- Si pero está noche no Príncipessa, tu madre nos dio la noche libre.
- Entonces seguro que ella hará de cenar – respondo despreocupada.
- No lo creo por qué ellos también se van, tiene una fiesta importante.
Genial todos salen a divertirse y yo tendré que quedarme a cuidar a qué mi hermano mellizo no incendie la casa.______________________________________
Nota: ¿Que piensan de Simón?
Espero que les valla agradando la historia.
Pronto se viene unos sucesos muy importantes en libro que les van a encantar.
Muchos besos, los quiero Diamantitos.
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JAMÁS PASARÁ
Подростковая литератураElla odia la idea de enamorarse y a él necesita a alguien que lo amé. Un trato los une y las estrellas los guiarán. Las diferencias a veces son las que unen. Gemma acaba de llegar a Argentina desde Roma, ella es una chica centrada que tiene un solo...