JAMÁS PASARÁ

12. Pensamientos.

Regrese a mi casa y subí a mi habitación. Mi mente no deja de dar vuelta la idea de que Kilian ya trató de besarme (dos veces), quiero de convencerme de que tan solo es producto de mi imaginación y que tal vez el solo se acercó demasiado a mi cara para hablar. De todas formas no puedo dejar que esos pensamientos se apoderen de mi, ya que yo no soy ese tipo de chicas que piensan en un chico todo el día.

Me decido por ir por un libro de estante de mi habitación (si acababo de volver de la biblioteca y quiero seguir leyendo) voy directo a buscar mi libro favorito, porque a pesar de que ya lo leí varias veces aún me sigue encantando. Apenas lo agarro el recuerdo de Kilian vuelve a mi cabeza. Trato de ignorarlo y me siento en mi cama a leer pero por más que lo intento las palabras de Kilian retumban en mi cráneo.

- Acabo de confirmar el tipo de chica que eres, la típica que se esconde en la biblioteca a leer historias adolecentes ya que tiene miedo a vivir las en la vida real.

- Tu eres muy hermosa aún no entiendo porque ningún chico ha logrado apoderarse de ti.

- ¿Me tienes miedo?

- Nunca digas nunca Diamantito.

¿Que es lo que tiene que me hace pensarlo tanto?, ¿porque no puedo pensar en esa situación como cualquier otra en dónde un chico trató de seducirme? ¿Qué tiene el estúpido Principito de diferente?
Por más que sus palabras se hallan tatuado en mi cerebro yo no puedo dejarme caer en sus “encantos”. Me gusta mucho leer historias de amor sobre todo esas en dónde el chico malo se queda con la chica buena. Pero a la vez soy muy realista, por más que me encanta la idea de que un chico entrara por mi ventana y me confesara todo su amor hacia mí, también entendía que está es la vida real donde esas cosas no pasan y que no debo dejarme llevar por mi imaginación.

Continúo con mi lectura hasta que veo que la pantalla de mi computadora se enciende. Estoy recibiendo una videollamada de Carmela mi amiga de Italia.

Carmela y yo nos conocemos desde pequeñas somos muy amigas pero tuve que dejarla atrás juntó con mi vida en Roma, pero aún así nos seguimos contactando. El horario de Italia es cinco horas adelantado así que allá es de madrugada.

- Hola amiga! – la saludo emocionada.

- Hola! – ella habla muy bien español. - ¿Cómo has estado?

- Bien han sido tres semanas interesantes.

- Que bien me alegro.

- Y por allá ¿Cómo va todo?

- Por aquí todo bien, solo que te extraño.

- Owww yo también, espero que pronto nos podamos ver.

- Si eso espero. Ahora cuéntame algo sobre tu nueva vida allá en Argentina.

- Pues nada fuera de lo normal voy a la escuela, estoy con mis amigos que me hice aquí y luego vuelvo a casa.

- Que bueno que no estés sola. Dime cómo se llaman tus amigos.

- Ágata ¿Te acuerdas de la chica que sabía ir en el verano a mi casa?
- Si me acuerdo.

- Ella, un chico llamado Simón y otro…llamado Kilian.

- Mmm y esa pausa ¿Qué fue? ¿Quién es ese tal Kilian? ¿Es alguien especial?

- No no es nada es solo un amigo. Su padre es el socio nuevo de mi padre.

- Pero al parecer por tu pausa en la frase ustedes dos se llevan bien.

- Apenas nos conocemos, solo hemos pasado algún tiempo juntos por nuestro trato.

- ¿Trato?

- Si hicimos un acuerdo de tratar de llevarnos bien por el bien de nuestras familias, entonces todas las semanas nos reunimos para conocernos y tratar de ser amigos. Porque en realidad nos llevábamos fatal.

- Y supongo que funciona.

- Si supongo que sí. Nos es tan malo pasar tiempo con el.

Realmente no lo es. No puedo evitar sonreír mientras recuerdo los momentos con el.

- No es tan malo como para enamorarse Gemma.

El comentario de Carmela me devuelve a la realidad.

- Claro que no, no me estoy enamorado. – ni de chiste.

- Eso no lo decides tú lo decide tu corazón Gemma.

- Mi corazón dice que no, además, el es el tipo de chico que no me gusta. Rubio, ojos claros que juega con las personas.

- Pero a lo mejor contigo sea diferente. Por lo que me contaste se la pasan muy bien juntos.

Las palabras de Carmela me hacen pensar en que el si esta sido diferente conmigo, pero seguro es porque yo le hice prometer que no usara sus encantos conmigo, aún que, se acercó a mi como para besarme en dos ocasiones. Mi cabeza va a explotar.

- Gemma ¿Sigues ahí?

- Si… acá estoy.

- Me parece que andas muy pensativa. – Carmela no se equivoca en eso.

- Si un poco.

- Me parece que es por ese tal Kilian, vamos Gemma no es tan malo que te guste, además no vas a ser virgen toda tu vida.

- ¡Carmela!

- Okey lo siento. Solo digo que no es malo que entre ustedes pase algo.

- Ya basta con eso, entre el y yo no para nada y jamás pasará.

- No te vallas a terminar tragando tus palabras.

Ajá como tú digas – desvíe l mirada hacia un lado.

Cambiamos de tema y estuvimos hablamos un rato más hasta que me tuve que ir a  y ella regreso a dormir. En la cena no dije una palabra ya que estuve pensando en las palabras de Kilian y luego en las de Carmela.

Mi mente es una trampa mortal.

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Nota: ¿Por que creen que Gemma piensa tanto?
¿Logrará algún día acomodar su cabeza?

Espero que les valla gustando la historia.

Muchos besos mis Diamantitos.