7. La Cena.

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Luego de que Ángeles se presentará y conociera la casa todos volvimos a la cocina pero está vez mi madre nos hizo anuncio a mi hermano y a mi.

- Niños hoy tenemos una evento importante, el nuevo socio de su padre nos invitó a su casa a cenar, el vive en nuestro mismo vecindario así que no es muy lejos.

Guau no llevábamos ni una semana aquí y ya nos invitaron a cenar.

Ambos asentimos y nos fuimos a nuestras habitaciones a prepararnos. Siempre hemos acompañado a papá a sus cenas de trabajo, es algo normal para nosotros.

La noche cayó y papá regreso a la casa, se cambió su traje para ir a la cena con su nuevo socio y vecino. Dejamos a Piero y a Ángeles a cargo de nuestra casa y nos fuimos.

Recorrimos parte de nuestro vecindario y finalmente estacionamos en frente de una mansión hermosa de color beige. Estaba muy bien iluminada y tiene un hermoso jardín. No es muy distinta a la nuestra pero igual me gusta.

Tocamos el timbre y una señora mayor nos abrió la puerta, es la ama de llaves de lugar. Nos hizo pasar y sentarnos en la sala.

- Los señores llegarán en un momento – nos dice y se va.

Mientras esperamos yo comienzo a mirar a mi alrededor, el lugar hay una foto de tres personas juntas: un adolescente, un niño y una bebé. Por alguna razón el niño me suena conocido. Antes de que pueda acercarme a ver con más detalle se escuchan sonidos de pies bajando escaleras.

De repente aparecen los dueños de la casa, nuestros anfitriones, y detrás de ellos una niña como de 9 o 10 años. La mujer que parece estar muy contenta y es la primera en recibirnos.

- Buenas noches, bienvenidos. Estamos muy contentos de que estén aquí.

Y luego el hombre.

- Familia De Santis sean bienvenidos a nuestra casa.

Mi padre es el primero en saludar de nosotros – Muchas gracias Sergio estamos muy contentos de estar en su casa.

Mi madre le sigue – Si muchas gracias, lo apreciamos de verás.

- No hay nada que agradecer, tú debes ser Esmeralda.

- Si esa soy yo y ellos son nuestros hijos Gemma y Gael –  mamá nos presenta.

Gael y yo saludamos y el señor presento a su familia.

- Ellos son mi esposa María Elena, mi hija Melissa y mi hijo… ¿Dónde esta? – pregunta mirando a su esposa.

- Aquí estoy – una voz retumba en la sala.

Detrás de una columna del salón aparece. Al verlo me quedo helada, ed la persona que yo menos quiero ver, Kilian Aguilar, el estúpido Principito esta aquí.

Al verme se queda inmóvil y yo igual. Su padre es quien habla.

- El es mi hijo, Kilian.

- Que familia tan hermosa tienes – respondió mi padre.

- Ustedes también – responde la señora Aguilar – es un gusto que por fin nos podamos conocer.

- De hecho algunos ya nos conocíamos – el Principito comienza a hablar mientras me mira. Algo esta tramando – Gemma, Gael y yo vamos a la misma escuela.

- A eso es verdad – mi madre le responde.

Luego de que nuestro padres hablar un poco en la sala, el chef de la familia anuncio que la cena estaba lista. Nos sentamos a comer, trate de buscar el lugar más lejos de Kilian pero, el se sentó al frente mío y mientras comía me hacía una sonrisa burlona. En medio de la cena la señora Aguilar pregunto cómo para sacar conversación.

- ¿Ustedes se llevan bien en la escuela?

¿Cómo carajo le digo que hoy bañé a su hijo engreído en jugo de naranja?

Pero el que respondió fue Kilian – Si nos llevamos muy bien, Gael se ha hecho muy amigo de los chicos y mío, y Gemma… – hace una pausa para mirarme, Yo lo miro con cara de "ten cuidado con lo que dices" y el siguie – Gemma se sienta a mi lado en clase, de hecho solemos conversar y debemos hacer un trabajo de literatura juntos.

Si espero que sea así porque si no te echaré la fábrica entera de jugo encima.

Mi madre sonrie y contesto – Me alegra que se lleven bien.

Realmente este chico es mi maldita perdición estoy condenada a verlo en todas partes y encima ahora debo compartir más tiempo con el ya que nuestros padres trabajaran juntos y nuestra madre estan comenzando a hacerse amigas.

La cena continua, el señor Aguilar hizo un brindis por el proyecto que llevarían a cabo con papá, todos se la están pasándola bien, excepto yo.  Cada vez que levanto la cabeza tengo la mirada de Kilian sobre mi, a pesar de que el estuviera conversando con alguien más.

No aguanto mas esa situación. Cuando el servicio levanta las cosas de la mesa yo pedo permiso para salir a tomar aire fresco.

Ya por fin fuera de la casa puedo respirar correctamente. Tantos socios que existían para mí padre justamente el había elegido trabajar con el padre de Kilian.

Decido caminar un poco por el vecindario, ya que este es muy seguro y no habría ningún problema. Mientras camino voy pensando en cómo salvarme de tener que pasar tanto tiempo con el estúpido Principito.

Miro un par de casa y luego me encuentro con una entrada que se dirige a una colina. Decido subir por ahí. En la cima no hay ninguna construcción, solo una farola y algo que me cautiva por completo. Una increíble vista de la ciudad y lo más hermoso, desde allí se pueden ver las estrellas con total claridad. Estoy realmente encantada con semejante paisaje, siempre me gustó ver las estrellas pero al vivir en una ciudad eso se dificulta un poco. Me quedo un rato admirando las luces del cielo que se mezclan con las de la ciudad.

Hasta que de repente una voz detrás de mí me hace saltar del susto.

- ¿Qué haces aquí?

O no ¿En qué lío me metí ahora?

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Nota: Gemma no tiene mucha suerte que digamos. ¿Que creen que hará con Kilian?

Muchos besos y mucha gracias.

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