JAMÁS PASARÁ

28. La caminata.

Ya estamos fuera de la propiedad, estoy aún muy confundida. Kilian está parado en frente de la calle con los ojos cerrados, se ve muy tenso, yo permanezco detrás de el en silencio.

- Te llevaré a casa. – dice volteándose a verme.

- Si, está bien.

- ¿Te molesta si caminamos? Quiero tomar un poco de aire.

- No, no me molesta, vamos.

Comenzamos a caminar por las calles de nuestro vecindario, el día está soleado por suerte para nosotros ya que nuestra vestimenta no es muy abrigada que digamos. Kilian va pateando piedras, parece estar un poco más tranquilo. No me atrevo a preguntarle cómo está. Me siento realmente mal por lo que acaba de suceder.

- Lamento que hayas tenido que pasar por eso Gemma. – Kilian corta el silencio disculpándose.

- No. Tu discúlpame, lo que pasó fue mi culpa.

- No fue tu culpa, fue culpa de ese imbécil.

- El tiene razón yo no debía estar ahí.

- El no tenía el derecho a tratarte así.

- Pero por culpa mía discutieron.

- Siempre discutimos no te preocupes.

No le preguntes, no le preguntes.

- Pregúntame. – dice.

- ¿Eh?

- Sé que quieres preguntármelo, hazlo.

- Okey… ¿Por qué dijiste que el no es tu padre?

- Porque el verdaderamente no es mi padre. – responde.

- ¿Lo dices enserio? – me detengo sorprendida.

- Si, solo mi hermano es hijo de el, yo soy hijo de otro hombre y Melissa es adoptada.

Este chico es verdaderamente un libro lleno sorpresas.

- No tenía idea, lo siento.

- La gente no suele darse cuenta.

- Por eso nunca lo llamas papá.

- Exacto, por eso el también me desprecia tanto.

Continuamos caminando. Mientras tanto voy procesando lo que me acabo de enterar. Pero si el señor Aguilar no es su padre ¿Entonces quien es?

- No te guardes las preguntas Gemma.

Ahora también es adivino.

- No quiero parecer intensa.

- Créeme eres intensa sin intentar serlo.

Golpeó su hombro enfadada y el suelta una carcajada.

- ¿Y? ¿Vas a seguir preguntando o no?

- Solo tengo una pregunta más pero no quiero incomodarte.

- Gemma dormimos desnudos en la misma cama, dos veces, no hay manera de que me incomodes.

- ¿Quieres ganarte otro golpe?

- Okey ya entendí, no más bromas por ahora. – dice levantando sus manos en señal de rendición. – Ahora pregúntame de una vez.

Suspiro profundo y lo miro mientras vamos andando.

- ¿Quién es tu verdadero padre? – pregunto finalmente.

- Guau si que era intensa la pregunta.

- Lo siento, lo siento. – me disculpo rápidamente avergonzada.

- Me encanta tu cara de vergüenza. – dice mientras se ríe. – Tranquila es sólo un chiste.

- ¡Dijiste que ya no harías más bromas!

- Dije no iba a hacer mas bromas, no que no haría más chistes.

- Serás estúpido. – doy vuelta mis ojos.

- En realidad no se quién es mi padre. – suelta de repente.

Un gran y misterioso libro lleno de sorpresas.

Me quedo observándolo unos segundos como descifrando lo que acaba de decirme.

- Puedo contarte la historia…si quieres.

- Si quiero. 

- Mi madre se casó con el imbécil que vimos recién cuando era joven. Tuvieron a mi hermano Jacobo, parecían ser la familia perfecta, pero eso duro poco. Un tiempo después ellos se separaron a causa de una infidelidad de parte el, mi madre se fue a vivir sola llevándose a mi hermano con ella.

>>Pasado unos meses ella se volvió a enamorar y fue ahí cuando quedó embarazada de mi, pero su gran amor la dejo ni siquiera me conoció cuando nací. Cuando yo cumplí 6 meses el imbécil de Aguilar regreso a buscarla y mi madre volvió a dejarse convencer por el. Le dijo que sería mejor esposo, que sería mejor padre y hasta que me aceptaría como su hijo, a lo que ella acepto. Enseguida regreso a esta casa y me puso el apellido de el

>> Aguilar se mostró como un padre devoto por un par de años, pero luego se convirtió en esa basura que hoy viste, absorbiendo a Jacobo y despreciándome a mí. Pero nunca se imaginó lo que mi madre haría.

- ¿Qué?

- Mamá le dijo que quería tener otro hijo, a lo cuál el acepto encantado. Lo que nunca se imaginó fue que mi madre iba a adoptar en lugar de embarazarse. Ahí fue cuando Melissa apareció, ella llego cuando tenía apenas 2 meses, sus padres había fallecido en un accidente y necesitaba una familia urgente. Todos estábamos encantados con su llegada.

- Eso debió ser muy lindo.

- Lo fue, el único al cual no le agradaba la idea era al imbécil, desde ese día el desprecio aumento. Toda su atención iba dedicada a Jacobo, mientras que a Melissa y a mi nos menospreciaba por no ser hijos suyos.

- Me imagino que eso empeoró cuando tú hermano falleció.

- Si, ya no tenía a su favorito, solo le quedaban lo dos que no llevaban su sangre. Entonces fue cuando comenzó a maltratarme cada vez más, hasta llego a decirme que yo debí haber sigo quien se ahogó en el río en vez de mi hermano.

- Pero el no puede tratarte así, eso es abuso.

- Si pero yo prefiero que se la agarre conmigo en vez de que con mi hermanita, a ella solo la ignora es mejor así.

- Eres muy bueno Kilian.

El solo sonríe de lado. Ya llegamos al frente de mi casa, no puedo creer todo lo que conversamos en el trayecto hasta aquí.

- Gracias por acompañarme.

- Es lo menos que podía hacer después de lo que viviste en el desayuno.

- ¿Kilian?

- ¿Qué pasa?

- ¿Por qué sigues aguantando todo eso?

- Digamos que tengo fe de que un día alguien o algo va a salvarme – dice encogiendo sus hombros – Y siento que ese momento no está muy lejos.
Me mira fijamente y en su mirada puedo ver una luz de esperanza, Kilian es realmente fuerte.

- Será mejor que entre. – digo acercándome a la entrada.

- Espera quiero decirte una última cosa.

- Si dime.

- No quiero que creas lo que el imbécil te dijo en el desayuno.

- ¿De que hablas?

Se acerca un poco más a mi.

- Tu no eres una cualquiera – dice inclinándose - Tú eres distinta. – posa sus labios en mi mejilla depositando un tierno besó.

- Adiós Principito. – me despido.

- Adiós Diamantito.

Veo como Kilian se aleja por la calle. Entro a mi casa con una sonrisa estúpida en el rostro y todos mis sentimientos removidos.

- ¡Gemma Elizabeth De Santi! – siento el grito de mi madre.

Oh había olvidado está parte, creo que mi madre  ya descubrió que no dormí aquí.

- Hola mamita. – las aludo inocentemente.

- ¡Nada de mamita! ¡¿Se puede saber dónde estabas jovencita?!

- Que lindo está el día ¿No? – evado su pregunta.

- No me hagas perder la paciencia Gemma, dime ahora en dónde estuviste.

- Quieres saber en donde estuve, ejem…

- Gemma estoy comenzando a enfadarme enserio.

- Okey, okey te lo diré pero prométeme que no te vas a alterar.

- Esta bien te lo prometo. – cede mi madre ante mi petición. – Sentémonos en el sillón.

Nos sentamos una junto a la otra mirándonos frente a frente, yo juego con mis dedos por los nervios, no se como comenzar a hablar.

- Muy bien ahora por favor dime qué no hiciste nada malo.

- No mamá no hice nada malo.

- Okey entonces que hiciste anoche.

- Fui a la fiesta por la cual te pedí permiso para ir.

- Si eso lo sé, ¿Y luego?

Tomo aire y me preparo para decirlo.

- Dormí en la casa de Kilian.

- ¡Que!

- Dijiste que no te alterarías.

- Pero no sabía que me dirías que dormirás con un chico.

- Está bien altérate si quieres.

- No, no me alterare, primero quiero saber la razón por la que dormiste con un chico. Dime por favor que te cuidaste y usaste.

- No dormí con el mamá -  miento  – solo dormí en su casa.

- Uf eso me alivia.

Será mejor que todavía no le cuentes toda la historia, mejor evade las partes sexuales.

- ¿Y por qué razón te quedaste allá?
- Bueeeno tal vez me allá pasado un poco con el alcohol entonces el me llevo a su casa para que no me sucediera nada y para que tú un me tuvieras que ver en ese estado.

- Oh mi niña. – mamá comienza a reírse.

- ¿Te vas a enfadar?

Por está vez no, pero la próxima vez que no regreses a casa sin avisarme te iré a buscar con la policía y luego te llevaré a un colegio de monjas ¿Entendido?

- Entendido. - asiento con mi cabeza.

- Ven aquí – mamá abre sus brazos – dale un abrazo a mamá.

La abrazo fuertemente, tengo mucha suerte de que sea mi madre.

- Me parece que Kilian tuvo un gran gesto al cuídate, ese chico me cae muy bien.

- Si a mí también.

Me cae muy bien, nunca lo había dicho en voz alta.

- ¿No será que a ti te gusta un poco?

- ¿Qué dices? – me separó de sus brazos – El no me gusta solo es mi amigo.

- Hija lo puedo ver.

- ¿A qué cosa?

- La forma en que se te ilumina la mirada cuando hablas de el.

- No sé de qué estás hablando.

- No tiene nada de malo que te guste alguien.

- Ay mamá no digas tonterías.

- No son tonterías, son observaciones de madre y esas nunca fallan.

Mejor me escapó de esta conversación.

- Me voy a mi habitación a cambiarme de ropa.

- De acuerdo vé.

- Gracias por no castigarme.

- De nada pero ya sabes lo que pasará si hay una próxima vez.

- Siii lo seee.

Gracias a Dios pude evadir a mi madre, sin embargo hay algo que no puedo evadir, he dormido dos veces con Kilian ¿Qué me está pasando? Y también están las palabras de mamá “se te ilumina la mirada cuando hablas de el”, yo no soy así, eso no puede ser así.

Comienzo a caminar por mi habitación pensando en lo que me está sucediendo.

No puedo negarlo, Kilian se ha acercado mucho a mí, nunca había dejado que alguien entrara en mi vida de esa forma.

Nos tenemos mucha confianza pero eso no significa que nos gustemos ¿No? Por más tonto que parezca recurrí al internet para que me dé una respuesta.

Google: ¿Cómo sabes que te gusta alguien?

Señales que te indican que te gusta alguien:

• Te ríes siempre con sus bromas.

Lamentablemente si, pero no sé porque lo hago, si sus bromas son realmente malas.

• Hablan de temas interesantes y la conversación fluye de manera natural.

Hemos tenido conversaciones muy profundas, ahora que me doy cuenta. Pero todos los amigos las tienen.

• Tienes ganas de pasar tiempo juntos.

Me agradan los momentos que pasamos juntos, aunque solo pasamos tiempo juntos por nuestro trato. Aún queda la última señal, seguramente en esta no coincido.

• Sientes atracción y tensión sexual.

Okey claramente estoy en un grave problema.

Debo encontrar la forma de solucionar esto. Yo no eres así, no puede ser que de repente llegué una persona y cambie todos mis pensamientos, mucho menos una persona como Kilian, quien es sumamente diferente a mi.

Es diferente, pero aún así disfrutas de su compañía.

Agrrr estoy muy confundida.

Tengo que volver a ser yo misma, tengo que ser realista, tengo que volver a ser la Gemma realista. Kilian es muy tierno pero aún así no deja de tener su mala reputación, tal vez ahora me trate bien, sin embargo quién me garantiza que luego no me dejara tirada. Solo nos conocemos hace poco, no puede gustarme.

No puedo dejarme caer sobre algo en lo que nunca creí. Solo tengo una solución para esto, debo alejarme de él. Deberé iniciar un plan de escape.