26. Mi hermoso miedo.

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Lamento haber desaparecido tantos días. Para recompensarlo aquí les traigo un super capitulo.

Todo está oscuro, siento que mi cuerpo está asentado sobre una superficie blanda. No sé que ha pasado, ni en dónde estoy y mucho menos qué hora es.

Un momento ¡¿Y si me secuestraron?!

Y si en vez de sacar conclusiones estúpidas, no pruebas abriendo los ojos.

Ah claro, tengo los ojos cerrados, por eso está todo oscuro je je.

Abro mis ojos lentamente y lo primero que veo es una ventanilla, me acomodo en mi lugar y me doy cuenta de que estoy dentro de un auto. Giro hacia mi lado y me encuentro con Kilian concentrado conduciendo. ¿Cómo se supone que termine aquí?

- Mira quién se despertó, la Bella Durmiente.

- Muy gracioso Kilian – ironizo mientras bostezo - ¿Hace cuánto que estoy durmiendo?

- Todo el camino prácticamente.

- No recuerdo muy bien como llegué al auto, lo último que me acuerdo es cuando me despedí de Agy.

- Porque luego de eso te desvaneciste por el alcohol que llevas encima y yo te tuve que cargar hasta el auto.

Mis mejillas se sonrojan al imaginarme ese momento, fue muy caballero de su parte. Aunque seguramente Agy se burlara de esto el lunes.

- Gracias. – digo girando mi cabeza otra vez hacia la ventanilla para disimular el rojo de mi cara.

- De nada Diamantito, estoy a tu servicio cada vez que quieras desmayarte a causa del alcohol.

Su frase me hace sacar una sonrisa, como cada una de sus bromas. Veo que estamos ya en nuestro vecindario, pero Kilian no entra en la calle en dónde se encuentra mi casa, se dirige directamente a la dónde está la suya. Estaciona en frente de la propiedad, lo cual me lleva a mirarlo con confusión. Abre la puerta que se encuentra a mi lado como señal de que debo bajar del vehículo. Luego comienza a caminar hacia el interior de la casa.

- ¿Qué estamos haciendo aquí? – pregunto.

- Estamos por entrar ¿no es obvio?

- No te hagas el gracioso, lo digo enserio ¿Por qué me trajiste aquí? ¿No deberías haberme llevado a casa?

- No me parece que deberías ir en ese estado a tu casa, por eso te quedarás a pasar la noche aquí.

¿Yo escuché lo que acabo de escuchar?

- ¡¿Que?! ¡¿Te volviste loco?! No me quedare a dormir en tu casa.

- Vamos Gemma no puedes volver así, si tu madre te ve con lo ebria que estás te castigará por un año.

- ¡Yo no estoy ebria! ¡Ya no me duele la cabeza! ¡Ya no estoy más mareada!

- No seas cabezona, solo te quedarás a dormir, en la mañana temprano te irás y nadie se enterara de que estuviste aquí.

- Pues yo no quiero. – me cruzo de brazos convencida de mi decisión.

- No va a pasar nada Gemma. Por favor quédate, no puedo permitir que vallas así.

- ¡Ya te dije que estoy bien! No necesito quedarme. – le aseguro – ahora sí me disculpas me iré, adiós.

Comienzo a caminar, pero siento los pasos de Kilian detrás de mí persiguiéndome.

- ¡Por favor no te vayas! – me suplica – Quédate.

- Ya te dije que no.

- Si te quedas yo mismo te llevare mañana.

Por lo visto no va a dejar de insistirme. Se que me pase un poco con el alcohol está noche sin embargo no creo que sea para tanto. Pero si seguimos discutiendo aquí afuera terminaremos despertando a todos los vecinos.

- Está bien Principito – suspiro resignada – me quedare.

- Excelente decisión Diamantito. Ahora, si no te molesta, deberíamos entrar porque aquí hace mucho frío como para dormir.

- Si tienes razón, vamos.

Dentro está todo inundado de silencio ya que todos están durmiendo. Subimos silenciosamente las escaleras y entramos en una de las habitaciones de la planta alta. Al entrar me doy cuenta de inmediato que es la habitación de Kilian.

- ¿Por qué me trajiste a está habitación?

- ¿Qué pensaste que llevaría a la cocina a preparar el desayuno? No sé cómo será en Italia, pero aquí acostumbran a dormir en habitaciones. – bromea señalándome en entorno.

- Me refiero a que pensé que me darías el cuarto de invitados, no que me traerías a TU habitación.

- Si te llevo allí se van a dar cuenta de que estuviste aquí.

- ¿Y como se supone dormiremos? Solo tienes una cama genio.

- Tu vas de un lado y yo del otro.

- ¡No voy a compartir una cama contigo!

- Solo son unas horas Gemma.

- No, no lo haré. Mejor me voy.

Antes de que puede hacer el intento de irme Kilian me detiene con su brazo.

- ¿Por qué me tienes miedo Gemma?

Su pregunta corta todos los circuitos de mi cerebro.

- Yo no te tengo miedo.

- Si me tienes miedo. No quieres que este cerca de mi ¿verdad? Temes que te use y luego te dejé ¿No es así?

- Deja de decir tonterías.

- ¿Entonces por qué te quieres ir si no me tienes miedo?

- Porque dormiremos incómodos en una sola cama.

- Por favor no soy tonto como para creerme eso. La cama es lo suficientemente grande.

Me parece que tú plan de escape no está funcionando.

- Kilian yo no te tengo…

Siento como Kilian se abalanza sobre mi atrapando mi nuca con sus manos y estampando sus labios sobre los míos. Todos lo bellos de mi cuerpo se erizan, un escalofrío corre por mi espalda y mis piernas comienzan a temblar. Su beso está causando un efecto en mi que nunca me imaginé tener. No sé si es el alcohol que llevo encima pero su impulso me ha encantado.

Sin pensarlo muevo mis labios sobre los suyos intensificando el momento, apoyo mis manos sobre su pecho pudiendo sentí su corazón y lo caliente de su pecho. Sus manos en cambio bajan desde mi nuca a mi culo jalándome hacia arriba.

Levanta mi cuerpo hasta posarme sobre su cama, coloca una de sus rodillas entre mis piernas y se quita la camiseta dejándome una vista directa de su abdomen, increíble abdomen.
Nuevamente se inclina sobre mi y continúa basándome. Me quitó la chaqueta que llevo puesta y también mis zapatos. Kilian me acomoda en el centro de su cama y se extiende completamente encima mi. Suelta mis labios y dirige los suyos hacia el lóbulo de mi oreja, activando una bomba de placer en mi.

- Voy a hacerte perder tu miedo Diamantito. – murmura sobre mi oreja.

Un suspiro sale de mi boca acompañado de una sonrisa.

- Entonces sea cual sea tu plan, está funcionando Principito. – digo sobre su hombro.

- Quiero más de ti Gemma, mucho más.

Sus labios bajan a mi cuello devorándolo por completo. Su mano derecha viaja de mi cadera hasta mis senos, acariciando uno por encima de mi top. Su otra mano está apretado mi muslo haciéndome subir mi pierna sobre su cadera.

Detiene sus besos y levanta su cabeza. Jala mi top hasta quitármelo, y al no llevar sostén, tiene una visión directa de mis senos. Kilian los mira como un lobo hambriento.

Sin más preámbulos baja su cabeza hacia mi pecho y comienza a atacar mi seno izquierdo mientras acaricia el derecho con su mano. Yo hundo mis dedos en su cabello, mi espalda se arquea y un gemido sale de mi.

Suelto con mis dedos su cabello y lo apoyo sobre su espalda, acariciándola lentamente. Su piel está muy caliente y seguramente la mía también lo esté. Su boca se apoderó completamente de mis senos. Al soltarlos conduce su nariz desde el centro de mis pechos hasta la comisura de mis labios, los cuales vuelve a besar intensamente.

Con sus manos desliza mi falda por mis piernas, dejándome únicamente en bragas. Apoya su dedo índice en mi intimidad por encima de la ropa interior. Un fuego inmenso corre sobre mí. Mueve su dedo lentamente haciéndome gemir dentro de su boca.

- Amo oírte gemir. – dice encima de mis labios mientras continúa torturándome con sus dedos.

Se quita su pantalón y sus calzoncillos, se inclina y recoge su chaqueta sacando del bolsillo un cuadrado de plástico, el cual contiene un condón, me lo muestra mientras emboza una sonrisa pícara. Vuelve a tirarse encima de mi, ya puedo sentir toda su piel sobre la mía.

De un tirón quita mis bragas y las avienta al suelo. Sus dedos vuelven a tocar mi parte ahora desnuda, siento como los introduce dentro de mi.

- Estás muy húmeda Diamantito, mejor no te hago esperar más.

Enrosca mis piernas en su cadera y en un solo movimiento está dentro de mí. Comienza a moverse con más facilidad que la última vez, la sensación es inexplicablemente hermosa. Su besos llenando mi cuello, su cuerpo desnudo sobre el mío, su mano acariciando mis pechos y toda su masculinidad dentro de mi.

Nota: No olviden dejar su voto y su comentario.

Los quiero mucho Diamantitos.


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