Capítulo 23: Encantado de conocerte.

1K 61 6
                                    

Capítulo 23

Encantado de conocerte.

Cole me ha estado volviendo loca estos días. Definitivamente pensaba que estaba bromeando cuando dijo que empezaría a madrugar. Al día siguiente a penas terminé de desayunar escuché el pito de un carro, para ese momento había olvidado lo que había prometido el día anterior así que no hice más que ignorarlo. Estaba recogiendo mis cosas, ya me había despedido de mi madre que salió antes que yo pero luego volvió a entrar.

—¿Heather? Creo que ahí un chico afuera esperándote —dice mi madre.

—¿Qué? Imposible. —Para mi sorpresa si era posible y Cole Hastings estaba afuera de mi casa luciendo sereno. Mierda.

—¿Lo conoces? —pregunta mi mamá buscando algo en su bolso, seguramente sus llaves. ¡Oportunidad!

—No, no se me hace familiar. ¿Mamá me puedes llevar? —suavizo mi tono, por favor esto debe funcionar.

—¿Segura? Creí que los adolescentes odiaban ser llevados por sus padres a clases.

—¡Sí, vamos! —y la halo fuera lo más rápido posible, obviamente deteniéndonos para cerrar la puerta, pero además de eso; prácticamente arrastro a mi madre.

—¡Heather! ¡Para! ¡Heather! —Diablos, los reclamos de mi mamá no hacen menos notorio mi escape. Apuesto a que Cole ya nos ha visto.

Arriesgo lanzar una mirada hacia él, definitivamente sé que me está viendo cuando nuestros ojos se encuentran por un segundo.

La cagaste, Heather.

Una vez en el auto me aguanto las ganas de gritarle a mi mamá que encienda y arranque rápido. Intento mantenerme concentrada en las noticias que están pasando en la radio, pero estamos paradas en el semáforo y un carro con una música muy alta se estaciona a lado de nosotras. Lentamente giro la cabeza esperando ver a Freddy Kruger a mi lado pero solo es Cole Hastings moviendo sus dedos lentamente en un saludo, mi mamá también lo ve. Me incorporo en mi asiento y miro con deseos asesinos al semáforo.

—¿Por qué escapabas de ese chico? —pregunta una vez que avanzamos. —Dijiste que no lo conocías.

—No estaba escapando de él, simplemente no quería ir en su carro.

—Podrías simplemente haberle dicho que no querías ir con él, fin.

—No, no se rendiría muy fácil.

—Ah, entonces es como tú.

—¡No, qué dices mamá!

—¿Te gusta ese chico, Heather? —pregunta lanzándome una sonrisa.

—¡OH POR DIOS, mamá! ¿Tu también? ¡No, no me gusta! Ni siquiera somos amigos.

—¿Cómo que yo también?

—Ayer hubo un pequeño-gran rumor de que éramos novios y todo empezó porque llegamos en su carro. Si llego en su carro nuevamente, dirán que si lo somos, nuevamente.

—Creí que no te importaban los rumores.

—No lo hacen pero, no lo sé, es algo muy tonto.

—Bueno, si eso te parece tonto —frenó el carro y echó un vistazo por la ventana, ya estábamos fuera del instituto—, deberías prepararte, el chico está viendo para acá, y parece que te está esperando.

Miré rápidamente hacia donde mamá miraba, efectivamente, ahí parado apoyado en su carro estaba Cole Hastings. Puse los ojos en blanco.

—Adiós, mamá, gracias por traerme —me despedí con un beso y me bajé del carro.

Heaven, Hell, HeatherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora