Heaven, Hell, Heather

Capítulo 1: Novedades Novedosas

Novedades Novedosas

No se lo que pasó con él después de ese día, Cole cumpliendo su rol de borracho se echó a dormir en el sofá donde yo estaba viendo mi apreciado programa (indirectamente lo odio por no dejarme ver el final), tuve que limpiar su desastre y al día siguiente se despertó con su predecible resaca y lo acompañé hasta su carro, que sospechosamente estaba unas dos cuadras o más lejos de nuestra cabaña. Luego de dejarlo en su carro, compré leche en la tienda y regresé con mis amigas. Y ese fue el principio y el fin de mi historia con Cole, era lógico que no iba a pasar nada más allí y no me malinterpreten, no quiero que pase nada más, simplemente que nos hemos ignorado mutuamente los cinco años que llevo estudiando en esta secundaria.

Así que el último primer día de mi vida secundaria empieza tal como lo esperaba. Frankie esperándome en los casilleros del pasillo C, para poder recoger nuestros horarios al mismo tiempo.

-¡Heatie! -Frankie corre a abrazarme-, no te dejaste ver todo el verano.

-Tú te largaste a Hawaii, no me culpes de tus extravagantes viajes.

Frankie me llama 'Heatie' por que según ella soy una malhumorada al extremo, viene de la palabra 'heat' que es calentar en inglés y según ella con mi nombre se pueden hacer muchos juegos de palabras, pero ese es el que más menciona, y lo odio.

Frankie se ruboriza un poco y luego me mira desde abajo, cabe resaltar mi amiga mide unos decentes y orgullosos 1. 62 metros y comparado a mi metro setenta y dos, pues la hace ver ¿cómo decirlo sin sonar dura? Pequeña.

-Novedad novedosa, Heather Weiss frunciendo el ceño -muestra una sonrisa burlona y yo la fulmino con la mirada.

-Ya te he dicho, estoy pensando en como conquistar el mundo -me doy media vuelta-, mueve ese pequeño trasero y vamos a ver el horario.

Empiezo a caminar sin esperarla y la escucho quejarse a mi espalda:

-¡Hey, mi trasero no es pequeño!

-Eso es lo que tu dices -sonrío con autosuficiencia.

-¿Qué dijiste?

Pongo mis ojos en blanco.

-Lo que digas Frankie, eso dije.

-No te creo.

-No lo hagas -paro de caminar y me giro hacia ella cuando hemos llegado a la puerta de secretaría.

Abro la puerta y hago una falsa reverencia hacia ella.

-Después de usted, su majestad -digo.

-¿Y reina supuestamente de que soy?

-De los traseros pequeños, ahora entra allí -la empujo.

Lo sé, lo sé. Soy la amiga que todos desean.

Luego de recoger los horarios salimos de ahí y caminamos mientras leemos. Intercambiamos los horarios y empezamos a comparar.

-Compartimos física, literatura, inglés y mmm...-sigo leyendo-, matemáticas.

-¡Y historia! -exclama ella, es el año que más clases compartidas tenemos, bajo más mi cabeza para leer bien y luego algo choca contra mí en mi frente.

Por estar tan agachada el impacto me manda al suelo y hace caer mi horario, veo una mano masculina coger mi horario y yo levanto la cabeza rápido dispuesta a gritarle al idiota que ha sido tan idiota para tumbarme, esta bien tal vez no estaba viendo al frente pero ese idiota debería. Cuando veo quien era no me sorprendo ni un poco, quiero decir, es un idiota.

Cole recoge mi horario y me lo extiende una vez que me he incorporado y yo lo fulmino con la mirada.

-¿¡Qué te sucede idio...!?

-Calma, Heather -escucho a Frankie decir, la miro por un nanosegundo y luego cojo el horario que Cole me estaba extendiendo.

El me guiña el ojo y me dice:

-Compartimos física.

Luego se va. Pero como yo soy Heather Weiss no me quedo con la palabra en la boca y le grito.

-Parece que no se te ha pasado el efecto del alcohol -él se gira para verme-, la cabaña quedó apestando.

No espero a ver su reacción, me encojo de los hombros, agarro la mano de Frankie y la jalo hasta nuestra primera clase. Física.

Escogí el camino más largo pero, por lo menos no tuve que caminar a lado de Cole y fui yo la que dijo la última palabra. Cosa que me gusta.

Llegamos un poco retrasadas, pero valió la pena. El profesor estaba entregando unas hojas y cuando nos vio entrar, me fulminó con la mirada. ¡A mí! ¿Es qué Frankie es invisible? Es una enana pero no tanto. Yo desistí a fulminar con la mirada a Cole, no quería darle importancia a ese niño. No debía darle importancia. Así que ignoro a todos y paso al asiento libre en la esquina derecha, internamente estoy enojada con los tres, Cole, el Profesor y Frankie, pero mi conciencia (que por alguna razón es una versión imaginaria de Frankie) me dice "¿Cuándo no estás enojada con todos? Por cierto. ¿No te cae mal el chico a tu derecha? Se esta burlando de ti." Frankie no da buenos consejos, así que en mi mente son peores. Miro al chico de alado que se esta burlando descaradamente de mí.

¿Por qué? Debe ser soy Heather.

Miro sobre mi hombro al profesor para ver si me esta observando y como no es así le toco sutilmente-tal vez no tan sutil- el hombro al chico que se atraganta en su carajada.

-Oye -susurro-, acércate acá un poco.

Por supuesto el idiota debe pensar que tengo su coeficiente intelectual porque se acerca.

-Mira, idiota, la próxima vez que te burles de mi piénsatelo dos veces -el se empieza a alejar pero lo cojo de su ridícula camisa de las Tortugas Ninjas y lo tiro al suelo.

Teniendo en cuenta que estaba agachado con su cabeza cerca de mi pupitre y medio trasero fuera de su asiento, fue fácil hacerlo caer. El estruendo fue fuerte, igual que el golpe supongo. Toda la clase se volteó a ver y estalló en risas, pues la cara de Peter Sharman ya era lo demasiado graciosa y era aún más gracioso verlo con cara de dolor.

Hay algo que deben de saber, es que si alguien me hace algo malo yo lo devuelvo. Pero peor.

Así que si el se estaba burlando solo de mi, yo hice que la clase entera se burle de él. Lógica de la vida, o bueno, mi lógica.

Debo recalcar que no estoy orgullosa de hacer lo que hice, pero es mi naturaleza. Tampoco soy una matona, o algo por el estilo, simplemente soy, em, ¿malhumorada?

Y si se preguntan que es lo que me molesta tanto se los puedo decir, no soporto el hecho de que Cole me haya guiñado el ojo, porque es como si me considerara una de las chicas sin neuronas que se sonroja por algo parecido a un tic nervioso. Y aunque les suene muy estúpido que me moleste eso, pues considérenme estúpida, porque tal vez se las verán conmigo alguna vez.

No miro cuando Peter se levanta, no me rio con los demás, no hago nada. Solo miro al profesor que me parece que está más perdido que Cole Hastings en mi cabaña.

Desisto a mirarlo porque tengo un presentimiento de que estará mirándome también, así que hago lo que se basa en mi rutina diaria, soy indiferente. Tal vez las personas que me conocen demasiado podrían deducir que en realidad no soy indiferente a las cosas. Yo veo y analizo. Yo me doy cuenta de todo y por más estúpido que suene, es la verdad. ¿Pero qué puedo hacer? Nadie me conoce demasiado. A veces pienso que ni yo me conozco.

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