Capítulo 13: Homecoming.

1K 69 14
                                    

Capítulo 13

Homecoming.

Esta es la semana en que las cosas se ponen locas.

Las chicas andan locas buscando vestidos, los chicos haciendo las propuestas más ridículas sacadas de internet.

—Así que, Frankie…

—Dime, Blake…

Ugh. No soporto esto, obviamente Blake quiere invitar a Frankie al baile, y todos sabemos que Blake es del chico confidente pero cuando está alrededor de Frankie es como si nunca hubiera salido con una chica antes (¡Bah!, créeme ha salido con muchas), y estoy muy segura que sus proposiciones son las más esperadas todos los años, pero esta vez el muy machote no encuentra la forma de preguntarle a Frankie que vaya con él.

—Me disculpas un rato Frankie, tengo que hablar con Blake. A solas.

Blake se queda allí parado preguntándose que demonios tiene que hablar conmigo.

—Oh, por dios que eres bobo —lo halo del brazo y nos dirijo a la sección de casilleros de Blake.

—¿Heather? —pregunta.

—Sí, esa soy yo. Ahora, seamos claros. Ambos sabemos que Frankie no quiere nada como lo que haz hecho los anteriores años, pero eso no significa que simplemente le vayas a preguntar: “Hey, Frankie —finjo voz de hombre—, ¿quieres ir al baile de bienvenida? Ya sabes para joder.” Pensaba que eras más inteligente que eso. No significa que porque no hagas el mismo espectáculo de antes tiene que dejar de ser em… ¿romántico?

Sí, aquí estoy yo Heather Weiss. Amargada y solitaria, según las malas lenguas, intentando dar consejos de amor a uno de los chicos más solicitados de ésta secundaria. Vaya, gran mierda, ¿cuándo cambiaron tanto las situaciones? Bien, qué importa.

—Pero…

—Calla. ¿Cuál es la bebida que siempre Frankie pide en la cafetería?

—Vainilla latte con…

—Bien. Ahora, las flores favoritas de Frankie son los girasoles y también…

Y así sucesivamente le doy mis consejos a Blake y el sale en la hora del almuerzo para buscar todo lo mencionado.

Cuando llega la hora del almuerzo estamos Frankie y yo sentadas, comiendo y puedo notar que se siente decepcionada de que Blake no éste presente… si ella supiera. Por el lado bueno tenemos que si no está Blake, no está…

—Hey, ¿qué hay chicas? —Y Cole Hastings se sienta a mí lado.

—Hablando del rey de Roma… —susurro.

—Heather, pero si no estábamos de Cole —responde una confundida Frankie, quiero dar su cabeza contra la mesa para ver si sigue estando confundida. Oh, mierda Heather, ¿qué son esos pensamientos?

—Aw, Heatie… ¿estabas pensando en mí? —Cole sonríe inclinándose a mi plato para robarme una uva.

—¡Ya quisieras! Además, ¿quién te da el derecho de robarme una uva? —le pego en la mano.

Igualmente se la mete a la boca.

—¿Dónde está el rubio oxigenado de mi amigo…? —habla con la boca llena y luego parece atragantarse por algo que está viendo.

Desde mi asiento puedo ver exactamente la puerta de la cafetería y ya que Cole se sentó a mi lado el también lo puede ver. Sigo su mirada y veo a nada más y nada menos que a Blake Raymond entrando con unas flores apachurradas y un vaso de café un poco aplastado, está completamente mojado, su cabello está lleno de césped y está cojeando un poco.

Heaven, Hell, HeatherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora