Capítulo 26: Todos contra el mundo.

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Capítulo algo largo para compensar mi desaparición sin excusas. ¡Voten y comenten!

Capítulo 26

Todos contra el mundo.

El mes pasó rápido, en Acción de Gracias fuimos a visitar a la tía Lauren, por si no era obvio hermana —menor— de mi mamá, no recuerdo si alguna vez conocí a algún familiar de parte de mi padre, tampoco es que lo deseo hacer. Como nosotras fuimos para allá, en Navidad nos venían a visitar ella, con su esposo y sus hijos. En sí solo era una cena común y corriente.

Mamá conoció a un hombre. Bien, así sonó feo. Mamá conoció a alguien. Alguien vendrá a la cena de hoy. No sé como sentirme sobre mamá y alguien. Así que decido —intentar— ignorarlo hasta que al fin lo conozca hoy en la cena. Como las vacaciones de invierno ya empezaron y no nos hemos visto quedamos en encontrarnos en el centro de la ciudad, ya saben esos lugares llenos de tiendas donde usualmente tienes una gran, relajada y cómoda vista. Pero no en víspera de navidad.

—Esta es la peor idea que pudieron tener —me abracé a mi misma con mi abrigo, estaba haciendo un frío del demonio.

—Oh, Heather. ¡Siente el espíritu navideño! —exclama Cole abriendo sus brazos para agregarle énfasis y termina golpeando a una señora que parece querer comerse a Cole. Y no en el buen sentido.

—Estoy sintiendo el espíritu navideño. Muy, muy dentro. En mis huesos. ¡Porque estoy jodidamente congelándome!

—Alguien no está de humor —susurra Blake que va agarrado de la mano de su oficial novia, Frankie Leonard. Sí, se lo pidió hace una semana en alguna escena de esplendor romántico que debe ser tan cursi que no creo que la aguante. Pero, como es Frankie, creo que puedo aguantar hasta que termine de contar para vomitar. ¿Qué? Es lo mejor que puedo hacer...

—Nunca está de humor —responde Frankie —, te acostumbras a ello.

—No te pases Leonard, eh. ¿Quieres pelear?

Empiezo a dar saltitos en una versión barata de boxeador.

—¡No amenaces a mi chica! —exclama Blake en una voz graciosa poniéndose delante de Frankie fingiendo un escudo humano.

—Mueve tu trasero, Romeo. Tu chica se puede defender sola... —el toque de ironía siempre formando parte de la oración.

Frankie me ofrece una mirada de desafío y luego lanza sus brazos alrededor de Blake y le planta un sonoro beso en la mejilla.

—No cuando tengo a este gran hombre a mi lado para defenderme. Te amo Blakie-Bebé —agudiza la voz y empieza a pestañear mucho tocando las mejillas de Blake.

Me dan escalofríos y no es por el clima. Creo que acabo de vomitar un poco en mi boca.

—¡Est— esto es una abominación! —me paso las manos por el cabello pensando que el mundo está a punto de terminar. ¡Malditos Mayas y sus predicciones truchas, no estoy preparada!

—Y así mis amigos es como se le gana a Heather Weiss —celebra Frankie.

—Eso es jugar sucio —reclamo—, casi me haces creer que estábamos en la apocalipsis.

—Exagerada —canturrea Cole a lo bajo.

—Mira como lloro —respondo cruzándome de brazos y haciendo una mueca.

Luego de una larga caminata, besos que no tenía ganas de ver, varios gruñidos de por medio, todos llegamos a la conclusión de que debíamos parar a comer. Aunque estaba sentada justo a lado de Frankie, ella y Blake seguían en su fase Luna de Miel, no me prestaba atención. El mismo fenómeno de la pareja empalagosa estaba sufriendo Cole, así que como habíamos hecho todo el día, nos teníamos que conformar con ambos. Como lo habíamos hecho todo el día.

Heaven, Hell, HeatherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora